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Italia dará la nacionalidad a los fallecidos en Lampedusa y multará a los supervivientes

Barroso y Letta han pactado debatir el problema de la inmigración en Bruselas. Pero las medidas más polémicas seguirán vigentes.

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso ha dado una rueda de prensa en Lampedusa junto al presidente italiano, Enricco Letta. Ambos mandatarios han sido recibidos en la isla con gritos de "asesino" y "vergüenza", por parte de los vecinos.

En la comparecencia pública, anunciaron que el Gobierno italiano y la Comisión Europea (CE) acordaron trasladar el tema de la inmigración ilegal al Consejo Europeo de los próximos 24 y 25 de octubre en Bruselas.

"Sabemos que la Comisión Europea está implicada en este asunto (...) Su presencia aquí es un modo de decir a todos los países que esto es un drama europeo", aseguró Letta.

El primer ministro italiano indicó que su Gobierno hará todo lo que esté en su mano con respecto a Lampedusa, incluyendo medidas que se incluirán en los próximos presupuestos de Italia y que deberán concretarse ahora, e insistió en su intención de que el tema de la inmigración sea prioritario durante su turno de Presidencia de la Unión Europea (UE) en el segundo semestre del año que viene.

"Italia pretende hacer de este problema un asunto central en la agenda europea. Italia presidirá la UE en los últimos meses del año que viene. Hemos decidido y acordado con Barroso y Malmström crear enseguida un grupo de trabajo conjunto, de Italia y la UE", afirmó Letta, quien explicó que abordó esta cuestión en verano con el Gobierno griego, presidente de la UE a principios de 2014.

Funeral de Estado... y multa

El jefe del Ejecutivo anunció además que Italia celebrará un funeral de Estado por las víctimas del naufragio del pasado jueves, que por el momento, ascienden a 302, según el último balance oficial. También ha dicho que 2014 será un año de cambio en la actitud que Europa ha venido teniendo hasta ahora sobre la inmigración ilegal.

Letta informó además de que en el Consejo de Ministros de hoy se aprobarán medidas en materia de inmigración, como fondos para los menores indocumentados que llegan sin un tutor a Italia, y apostó además por cambios en cuestiones como la de concesión de asilo político, pues la inmigración actual "tiene que ver con los derechos humanos" y la complicada situación de algunos Estados.

No obstante, Letta no anunció modificación alguna sobre una de las medidas más polémicas que ha destapado el naufragio de Lampedusa. Y es que las 155 personas que han sobrevivido se enfrentarán a multas de hasta 5.000 euros por cometer un delito de inmigración ilegal.

Desde que entró en vigor la última ley en agosto de 2009, tras su aprobación por parte del Ejecutivo de Silvio Berlusconi, con la Liga Norte en el Ministerio del Interior, Italia cuenta con el delito de inmigración ilegal, que no conlleva penas de cárcel, pero sí multas y una más rápida expulsión de los indocumentados.

Según esta ley, con la que se obliga además a los funcionarios públicos a denunciar a los indocumentados (los médicos y los directores de centros educativos quedan exentos de esa obligación), los inmigrantes que consiguieron sobrevivir, que, en algunos casos, pagaron 500 dólares por la travesía, pueden enfrentarse a multas de hasta 5.000 euros. A esta norma se suma la llamada ley Bossi-Fini de 2002, que adquiere ese nombre por sus ministros conservadores promotores y que prevé el delito de complicidad con la inmigración ilegal para quien lleve a Italia a inmigrantes sin permiso de entrada, aplicable, por tanto, a quienes asisten a barcos de indocumentados en apuros.

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