El fiscal de París, François Molins, ha comparecido esta tarde para dar las últimas informaciones sobre la cadena de atentados en París el viernes y el espectacular asalto a un apartamento de esta madrugada. Molins ha afirmado que el grupo terrorista desarticulado este miércoles estaba listo para atentar a la vista del armamento encontrado.
"La investigación ha progresado considerablemente y el asalto de esta noche es la demostración. Un nuevo equipo terrorista ha sido neutralizado y todo indica que, a la vista de su armamento, de su organización estructurada y su determinación iban a pasar a la acción", señaló el fiscal.
Sus declaraciones confirman lo apuntado esta tarde por varios medios, entre ellos RTL y Reuters, citando fuentes policiales: los terroristas pretendían cometer un atentado este mismo jueves en el barrio de La Défense, en el oeste de París. Otros medios apuntan también al aeropuerto Charles de Gaulle.
Según el fiscal, se ha conseguido llegar hasta los terroristas gracias al análisis de comunicaciones teléfonicas. Ha resultado fundamental un móvil hallado en una papelera próxima al Bataclan, en el que se localizó, entre otras cosas, un mensaje enviado a las 21.42 horas del viernes: "Estamos listos. Vamos ya". El rastreo del teléfono, con "numerosas verificaciones telefónicas y bancarias", llevaron a los agentes al tercer piso del número 8 de la calle del Corbillon, en Saint Denis.
Molins ha explicado que la operación se desencadenó al obtener distintos indicios de que en el apartamento podía ocultarse Abdelhamid Abaaoud, considerado el cerebro de los atentados. Los testimonios, ha dicho el fiscal, fueron "objeto de varias verificaciones" y finalmente a las cuatro de la mañana comenzó el asalto, que estuvo "lleno de dificultad". Molins ha relatado cómo la puerta del apartamento era blindada y no se abrió con los explosivos de la policía. Por esa circunstancia, los terroristas "pudieron prepararse y disparar". El intercambio fue prácticamente ininterrumpido durante una hora.
Para dar idea de la magnitud de lo ocurrido, Molins contó cómo las fuerzas de seguridad tuvieron que utilizar fusiles de asalto, granadas y explosivos, e hicieron unos 5.000 disparos. El apartamento quedó parcialmente "destruido" y fue necesario asegurarlo para proceder a la identificación de los cadáveres.
El cerebro, ¿abatido?
Molins ha hablado de dos terroristas muertos y no ha querido aclarar si entre ellos se encuentra Abaaoud o Salah Abdeslam, el terrorista huido tras los atentados. Sí ha aclarado que ninguno de los dos está entre los detenidos, cuyas identidades no ha facilitado. Diversos medios, entre ellos The Washington Post y el belga De Standaard, afirman que el cerebro de los atentados sería uno de los terroristas muertos, citando fuentes de Inteligencia.
Molins ha enfatizado la dificultad en la identificación de los fallecidos y ha insistido en que "al menos" hay dos. Serían, según los datos facilitados anteriormente, una mujer que se suicidó activando un cinturón de explosivos y un terrorista abatido por un francotirador de la policía.
Después, el fiscal se ha referido a los detenidos: tres arrestados en el propio apartamento, otros dos hombres descubiertos tras la explosión, otro que "pudo facilitar el apartamento" a los terroristas, arrestado con "la mujer que estaba a su lado" y un último individuo, detenido también en la vía pública. En total, ha contabilizado ocho arrestados, siete hombres y una mujer. "Las operaciones para identificar a los muertos continúan", ha insistido.
La mujer suicida, pariente de Abaaoud
El detenido por alojar a los terroristas habría dado alojamiento a otras tres personas, según RTL. No han sido localizadas. El hombre, que antes de su arresto había hablado con los medios para decir que no sabía que sus inquilinos eran terroristas, ha sido identificado como Jawad B. Según medios locales, fue condenado en 2008 a ocho años de prisión por asesinato y ahora los investigadores intentan averiguar su relación con el grupo.
En cuanto a la mujer que detonó su cinturón explosivo, la cadena de televisión BFM ha dado más detalles: se llamaba Hasna, era de nacionalidad francesa y tenía 26 años. La joven, que se ha convertido en la primera kamikaze en Europa, nació en 1989 en Clichy la Garenne, en la región de los Altos de Sena. Además podría ser la prima del presunto cerebro de los atentados de la capital, según una fuente próxima a la investigación.
Según los medios franceses, la mujer habría realizado una llamada telefónica antes de inmolarse, por lo que los investigadores sospechan que podría haber alertado a sus cómplices.