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El asesinato de Litvinenko abre una crisis diplomática entre Reino Unido y Rusia

La investigación británica señala a la inteligencia rusa y a Vladimir Putin. Rusia advierte que esto va a "envenenar aún más" las relaciones.

La investigación británica señala a la inteligencia rusa y a Vladimir Putin. Rusia advierte que esto va a "envenenar aún más" las relaciones.
David Cameron y Vladimir Putin. | EFE

La investigación realizada en Reino Unido por el asesinato del exespía ruso Alexander Litvinenko, que fue envenenado en 2006 con polonio 210, ha determinado que se trató de una "operación" de los servicios de seguridad rusos (FSB) y ha apuntado que, "probablemente", contó con la aprobación del presidente del país, Vladimir Putin, quien siempre ha negado la implicación de su país en los hechos.

Litvinenko, una voz crítica con el Gobierno ruso, murió en noviembre de 2006 a los 43 años de edad. Falleció tres semanas después de que supuestamente bebiera té contaminado en un hotel de Londres. Desde su lecho de muerte, denunció que Putin había ordenado su asesinato, algo que desde el Kremlin siempre se ha negado. Para los abogados y la familia de Litvinenko la implicación de la cúpula rusa es la única explicación posible a lo que han descrito como un "ataque nuclear".

El responsable de la investigación, Sir Robert Owen, ha dado por "segura" la implicación de los dos acusados directos de la muerte Andrei Lugovoi y Dimitri Kovtun, a pesar de que no ha podido interrogarlos por el rechazo de Rusia a su extradición. Owen también eleva el nivel de responsabilidades y apunta que, "teniendo en cuenta todas las pruebas y análisis disponibles", actuaron bajo órdenes del FSB y "probablemente" con el visto bueno del presidente ruso.

En este sentido, Owen recuerda el "antagonismo" entre Litvinenko y Putin y advierte de que las autoridades rusas "tenían motivos para tomar medidas" contra su antiguo espía, "incluyendo el asesinato". Asimismo, afirma que la utilización de polonio 210 no hace sino reafirmar la implicación de un Estado.

Lugovoi, reconvertido ahora en político, ha tachado de "absurdas" las acusaciones, según informa la agencia Interfax. No obstante, ha aclarado que el informe no supone "ninguna sorpresa", toda vez que "confirma de nuevo la posición antirusa" de las autoridades británicas, sus "prejuicios" y su "falta de voluntad" a la hora de determinar la "verdadera razón" de la muere del que fuera espía del KGB.

Enfado en Moscú

El resultado de la pesquisas no han gustado en Rusia. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha advertido de que las "pseudoinvestigaciones" británicas "son capaces de envenenar aún más la atmósfera de nuestras relaciones bilaterales" y ha añadido que su país dará "todas las respuestas necesarias a través de los canales diplomáticos".

"En general esto se puede achacar a ese humor británico tan refinado", ha dicho, lo cual ha justificando en "el hecho de que una investigación pública y abierta se base en datos secretos de unos servicios de inteligencia que no se nombran, y porque el veredicto, que se sostiene en esas informaciones efímeras, emplea con asiduidad palabras como posiblemente y probablemente".

La portavoz del Minsterio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, ha denunciado que un caso "puramente criminal" haya terminado "politizado", mientras el embajador ruso en Londres, Alexander Yakovenko, al que el Ministerio de Exteriores británico ha convocado tras conocerse el resultado de la investigación, también ha considerado que afectará a la relación bilateral.

"Esta grave provocación de las autoridades británicas no puede sino dañar nuestras relaciones bilaterales", ha subrayado tras acudir al Foreign Office. "Nosotros consideramos que le caso Litvinenko y como fue 'cerrado' como una flagrante provocación por parte de las autoridades británicas", ha añadido Yakovenko. El diplomático ha considerado "inadmisible" sospechar que Rusia esté presuntamente vinculada con la muerte de Litvinenko.

Satisfacción de la viuda

La viuda, Marina Litvinenko, ha dicho estar "muy satisfecha" con los resultados del informe a las puertas de la corte de Londres. "Las palabras de mi marido al acusar a Putin han quedado demostradas por un tribunal", ha destacado, según la cadena británica BBC. Ahora, la viuda reclama a Reino Unido que expulse a todos los miembros de la Inteligencia rusa y que imponga sanciones tanto económicas como de viaje a diversos individuos, entre ellos el presidente Putin.

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