Cuando todo apuntaba a una dimisión, François Fillonse ha reafirmado en seguir en la carrera por la presidencia de Francia: el candidato de los republicanos –la derecha moderada gala- ha asegurado que "no voy a ceder, no me voy a rendir, voy a ir hasta el final" porque "más allá de mí, la democracia está en peligro".
En su comparecencia, convocada esta misma mañana después de que saltase la noticia de que va a tener que declarar como imputado por el caso conocido como Penelopegate, sobre los empleos que habría facilitado a su mujer.
Un proceso que Fillon ha criticado y que ha calificado como "una persecución" y "un asesinato político" con el que "se está atentando contra la voz de millones de franceses".
"Confío en la Justicia"
Según el candidato, el proceso que se sigue en su contra está plagado de irregularidades –entre otras que no se han respetado los plazos establecidos por la ley- que, de hecho, ha puesto en manos de sus abogados. Aún así, Fillon ha dicho que "confío en la Justicia" y que va a acudir a los tribunales "a decir mi verdad", que "es la verdad".
Por último, el candidato ha dicho que en esta situación en la que "la libertad de elección y la propia democracia las que están en juego", él ha decidido "someterse al pueblo francés" y que "el sufragio universal" sea el que decida la cuestión.
"Francia es más grande que todos nosotros, es más grande que mis errores y más grande que una parte de la prensa", ha concluido su breve intervención, tras la que no ha aceptado preguntas de la prensa.