
El Presidents Club Charity Dinner es un acto benéfico que, desde hace 33 años, tiene como objetivo recoger fondos para instituciones que se ocupan de niños desfavorecidos. A la velada de este año, celebrada en el Hotel Dorchester de Londres, acudieron 360 figuras de los negocios, las finanzas, la política y el espectáculo del Reino Unido. Todos hombres, a excepción de 130 mujeres contratadas como azafatas.
También acudió, encubierta, la periodista del Financial Times Madison Marriage, quien acaba de informar de cómo las mujeres fueron acosadas sexualmente, manoseadas y recibieron proposiciones indeseadas.
Según describe la periodista, durante seis horas, las azafatas fueron "sometidas a comentarios ambiguos y lascivos", recibieron "solicitudes para unirse a los comensales en las habitaciones del hotel", tuvieron que aguantar que "les subieran continuamente la falda", que uno de los asistentes les enseñara el pene a una mujer o que un invitado recriminara a otra que "no estaba lo suficientemente borracha, y le pidiera que se quitara las bragas y bailara encima de la mesa".
Nada parece tan extraño cuando, para empezar, las candidatas tenían que cumplir tres requisitos: "Ser altas, delgadas y guapas". Las mujeres también fueron advertidas de que algunos de los invitados podían ponerse "pesados" y que, en ese caso, se pusieran en contacto con los responsables.
Dimite un alto cargo de Educación
Por su parte, el Presidents Club aseguraba estar "horrorizado" ante las alegaciones de "mal comportamiento" destapadas por el medio británico: "Un comportamiento así es totalmente inaceptable. Las declaraciones serán investigadas y tomaremos acciones al respecto".
Además, el escándalo ha forzado la dimisión de David Meller, un alto cargo del Ministerio de Educación desde 2013, que colaboró en la organización del evento.