Los italianos acuden este domingo a las urnas para elegir a sus 630 diputados y 315 senadores. En total se presentan 21 formaciones, pero como es muy improbable que por separado consigan representación debido a la nueva ley electoral que se aprobó el año pasado, muchas de estas formaciones se han unido en cuatro coaliciones principales.
La coalición de centroderecha, liderada por el partido Forza Italia de Silvio Berlusconi, que como está inhabilitado hasta el año 2019 tiene como candidato oficial a Matteo Salvini. Según los últimos sondeos, han subido con fuerza durante las últimas semanas y podrían ser primera fuerza en el Parlamento. En cualquier caso, estos datos surgen de especulaciones y filtraciones que hay que coger con pinzas porque en Italia no se pueden publicar sondeos durante las dos semanas previas a las elecciones.
En segundo lugar está el Movimiento 5 Estrellas, una "libre asociación de ciudadanos" fundada en 2009 por el cómico y actor Beppe Grillo y por Gianroberto Casaleggio. En las elecciones de 2013 consiguieron un 25% de los apoyos (casi 9 millones de votos) y en estas elecciones podrían situarse como primera fuerza política en el parlamento italiano, según las encuestas que se publicaron hace dos semanas.
Este movimiento ha cambiado mucho en los últimos cinco años: Beppe Grillo se retiró de la primera línea del movimiento y en septiembre de 2017, Luigi Di Maio, de 31 años y sin experiencia política previa, fue seleccionado como candidato para ser Primer Ministro. Di Maio le está dando un giro bastante radical a la formación "anticasta" que ahora no ve con malos ojos pertenecer a la unión europea y ha propuesto una lista de futuros ministros que no desagradan del todo a las instituciones europeas. Todo ello, sumado a la reducción de la deuda pública y la lucha contra las élites y la evasión fiscal ha convencido, según los sondeos, a más del 28% de la población, por lo que podría ser el partido más votado.
En tercer lugar está la coalición de centroizquierda, liderada por el Partido Demócrata con Matteo Renzi a la cabeza. El ex primer ministro, recordemos, tuvo que dimitir a finales de 2016 después que cayese su popularidad por la política migratoria, la reforma laboral y sobre todo, porque perdió el referéndum que debía validar su reforma constitucional. Habrá que ver en qué lugar queda mañana, sobre todo porque muchos de sus votantes han emigrado al Movimiento Cinco Estrellas.
Y por último está la coalición de izquierdas: Libres e Iguales, del presidente del Senado Pietro Grasso, que podría ser clave de cara a futuros pactos de gobierno.
Con un alto porcentaje de indecisos es difícil pronosticar qué sucederá este domingo, aunque todo apunta a que ninguno de los tres bloques principales va a conseguir los escaños suficientes como para formar Gobierno. Así que, fieles a la tradición italiana, lo más probable es que durante las próximas semanas veamos multitud de negociaciones entre las distintas coaliciones para tratar de conseguir esa estabilidad que parece que nunca acaba de llegar.