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El PP europeo elige a Manfred Weber como su candidato para presidir la Comisión

Gana el candidato de Casado, que ahora espera que el PP español tenga "mucho peso" en las instituciones comunitarias. 

Gana el candidato de Casado, que ahora espera que el PP español tenga "mucho peso" en las instituciones comunitarias. 

Pablo Casado ha celebrado la victoria del alemán Manfred Weber, a quien el PPE ha elegido candidato a presidir la Comisión y se ha mostrado convencido de que la familia política de los conservadores europeos volverá a ganar los comicios en la cita de 2019. Y por eso también se ha mostrado seguro de que el PP español tendrá "mucho peso" en las instituciones comunitarias.

En declaraciones en Helsinki, tras acabar el congreso del PPE,Casado ha señalado que su partido sale "muy contento" de esta cita y ha recordado que fueron los primeros en remitir su carta de apoyo formal al candidato bávaro, que ha vencido en esta contienda al ex primer ministro finlandés Alexander Stubb, tal y como informa EFE.

Se ha mostrado convencido de que los populares europeos revalidarán su puesto al frente de la Comisión y del Consejo Europeo así como el Parlamento.

Casado ha recalcado que el resultado de este congreso es un éxito no solo para el PPE sino también para la nueva dirección nacional de su propio partido, que ya ha estado en varias negociaciones sobre la posición de los populares europeos en asuntos como el Brexit o la inmigración. Trabajos todos ellos que suponen en su opinión el "punto de arranque" de la vuelta del PP a tener la "influencia internacional" perdida tras salir del Gobierno español, a principios de junio.

Victoria de Weber

En concreto, los miembros del Partido Popular Europeo (PPE) eligieron a Weber como candidato para sustituir a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión Europea. Ha conseguido el 80% de los votos, frente a un 20% de Stubb. De los 622 votos válidos emitidos, 492 fueron para Weber.

"Hoy empiezo mi campaña, nuestra campaña (del PPE). Creemos una Unión Europea estable. Tendamos puentes entre los ciudadanos y la UE. Luchemos por una Europa ambiciosa y democrática", dijo Weber tras su proclamación, rodeado de todos los jefes de Gobierno que integran el PPE, incluida la canciller Angela Merkel.

El político bávaro, de fuertes convicciones católicas, es considerado un veterano europarlamenatario, capaz de alcanzar consensos, y simboliza para la mayoría de delegados del PPE una línea de moderación y estabilidad.

El grueso de su experiencia está en la Eurocámara, como político acostumbrado a "articular mayorías parlamentarias" y a gestionar un heterogéneo grupo parlamentario.

En su último discurso antes de las votaciones ensalzó la herencia democristiana unida, y dijo sentirse orgulloso de que vaya donde vaya "en Europa siempre en el centro de todos los pueblos encuentras una iglesia cristiana". En ese sentido, fue claro: "Turquía no puede ser miembro de la Unión Europea".

Preocupado por el ascenso de los populistas y extremismos, Weber afeó a políticos como Mateo Salvini o Marine Le Pen que siempre hablen de "nacionalidad". "Yo soy bávaro, alemán y europeo y no es incompatible", defendió el político de la CSU.

Tras la elección de Weber, menos emoción tendrá la proclamación del candidato socialdemócrata, después de que a principios de semana ya solo siga en carrera el holandés Frans Timmermans tras la retirada del comisario eslovaco Maros Sefcovic.

Aunque el PPE apuesta por la fórmula del "Spitzenkandidaten", que implica que solo se puede apoyar al candidato señalado por cada familia política antes de las elecciones, la última palabra es de los miembros del Consejo Europeo.

El presidente del PPE, Joseph Daul, y su secretario general, Antonio López Istúriz, entre otros, han insistido en el Congreso en la importancia de respetar la elección por la legitimidad democrática de la misma, ya que los ciudadanos pueden saber así de antemano a quién votan como presidente de la CE según a quién voten en su país.

Durante las últimas semanas de campaña interna en el PPE, Stubb no paraba de repetir cuando le preguntaban por sus escasas posibilidades de ganar que esta contienda era "como un partido de fútbol entre las selecciones de Alemania y Finlandia". "Si hubiera sido jockey sobre hielo quizá sería diferente", ya decía Stubb.

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