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El opositor ruso Alexei Navalni, detenido nada más llegar a Moscú

El líder opositor ruso fue detenido este domingo en Moscú tras llegar de Alemania donde estuvo casi cinco meses para recuperarse de un envenenamiento.

El líder opositor ruso fue detenido este domingo en Moscú tras llegar de Alemania donde estuvo casi cinco meses para recuperarse de un envenenamiento.

El político, de 44 años y principal enemigo del mandatario ruso, fue interceptado por agentes de la Policía en el control de pasaportes del aeropuerto Sheremétievo de Moscú, que impidieron que le acompañara su abogado, de acuerdo con su portavoz, Kira Yarmysh.

"Puedo decirles que estoy completamente feliz de haber regresado y que es mi mejor día en los últimos cinco meses", dijo Alexei Navalni con una imagen del Kremlin como fondo momentos antes de ser detenido. "Esta es mi casa. Todos me preguntan si tengo miedo. No tengo miedo. Voy al control de pasaporte completamente tranquilo", afirmó Navalni, contra quien el Servicio Federal Penitenciario (SFP) de Rusia había emitido una orden de busca y captura.

El SFP acusa a Navalni de incumplir las condiciones de una pena de cárcel suspendida de 3,5 años dictada contra él en 2014 y ha pedido a la Justicia que ordene su ingreso en prisión. El opositor, subrayó el SFP en un comunicado "estará detenido hasta que resuelva la Justicia".

"A Alexéi intentaron matarlo. No pudieron y ahora tratan de encarcelarlo por una condena que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró ilegal", escribió en Twitter Yarmysh. "Todos entendemos que Putin tiene un solo adversario: Navalni. Y ahora vemos cómo él trata de acabar con Alexéi ante nuestros ojos", añadió la portavoz, quien viajó con el activista anticorrupción y la esposa de éste, Yulia, de Berlín a Moscú.

"Alexéi no tiene miedo, yo no tengo miedo y vosotros no tengáis miedo", dijo a su vez la esposa de Navalni al salir del aeropuerto, donde decenas de personas corearon su nombre.

Cambio de itinerario a última hora

El vuelo DP936 de la compañía aérea Pobeda en el que regresó Navalni debía aterrizar en el aeropuerto de Vnúkovo, donde lo esperaban decenas de periodistas y partidarios, pero a última hora fue derivado "por causas técnicas" al aeródromo de Sheremétievo.

La dirección de Vnúkovo y la Fiscalía ya habían advertido de que impedirían "eventos masivos" y la actividad de los medios de comunicación debido a la pandemia del coronavirus. De hecho, más de medio centenar de personas fueron detenidas, algunas de ellas con el uso de violencia, en el aeropuerto.

Entre los detenidos había varios periodistas y también aliados cercanos del político como Liubov Sóbol, jurista del Fondo de Lucha contra la Corrupción fundado por el líder opositor y otros socios como Ruslán Shaveddínov y Konstantín Kótov.

Preso de conciencia

Nada más conocerse la detención de Navalni, Amnistía Internacional (AI) exigió la liberación del abogado de profesión, al que llamó "preso de conciencia", en tanto que los tres países bálticos, Lituania, Letonia y Estonia, pidieron a la Unión Europea (UE) "medidas restrictivas" contra Rusia.

También el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se sumó a la demanda de libertad inmediata para Navalni, al igual que el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, quien escribió en un tuit que "las autoridades rusas deben respetar los derechos de Alexéi Navalni y ponerlo en libertad de inmediato". "La politización de la Justicia es inaceptable", añadió.

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