El ejército ruso ha tomado en las últimas horas la Isla de las Serpientes, situada en el Mar Negro, a apenas 45 kilómetros de la ciudad rumana de Sulina. Se trata de un islote deshabitado y en el que únicamente se encontraban 13 guardias de frontera ucranianos que, tal y como demuestran los audios publicados por la CNN, se negaron a rendirse y murieron bajo el fuego ruso.
"Buque de guerra ruso, que os den", fueron sus últimas palabras antes de ser bombardeados. A través de la radio, el ejército ruso les advirtió de lo que iba a suceder, recomendándoles su rendición: "Este es un barco de guerra ruso. Les sugerimos arrojar sus armas, rendirse y evitar un derramamiento de sangre y que haya muertes sin sentido. De otro modo, serán bombardeados".
Los 13 guardias ucranianos respondieron con esa frase que ya se ha hecho viral en las redes sociales y fueron asesinados. Su valentía, sin embargo, les ha valido ya el reconocimiento del propio presidente Volodímir Zelenski, que ha anunciado que serán galardonados a título póstumo con honores de héoes. "En nuestra Isla de las Serpientes, defendiéndola hasta el final, todos los guardias fronterizos murieron heroicamente. Pero no se rindieron", ha anunciado orgulloso Zelenski.
Un islote pequeño, pero clave
Según la CNN, a pesar de que la isla apenas contaba con una superficie de tan solo 0,17 km², un informe del Atlantic Council la consideraba "clave para los reclamos territoriales marítimos de Ucrania".
Además, su toma ya ha provocado preocupación en Rumanía, que ve cómo se cumplen los pronósticos más pesimistas sobre el avance de tropas rusas hasta las inmediaciones de su territorio.