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Rusia ataca un hospital pediátrico y otro oncológico cerca de Jersón

Un equipo de Médicos Sin Fronteras se ha visto sorprendido por los bombardeos, en los que las fuerzas de Putin podrían haber usado bombas de racimo.

Un equipo de Médicos Sin Fronteras se ha visto sorprendido por los bombardeos, en los que las fuerzas de Putin podrían haber usado bombas de racimo.
El principal edificio administrativo de Mikolaiv tras el ataque del Ejército ruso. | EUROPA PRESS

Rusia continúa con los ataques a centros sanitarios de Ucrania, que han sido su objetivo desde el inicio de la invasión ordenada por Vladimir Putin -el pasado 24 de febrero- aunque el aparato de propaganda del Kremlin lo ha intentado enmascarar con distintas y rocambolescas excusas. El pasado lunes, los bombardeos cayeron sobre una zona residencial que concentra un gran número de instalaciones médicas en Mikolaiv, cerca de Jersón.

Un equipo médico de Médicos Sin Fronteras presenció -en concreto- el ataque aéreo contra el hospital oncológico y el hospital pediátrico regional. Según ha comunicado la organización, los sanitarios se encontraban en la ciudad para reunirse con las autoridades locales del ramo cuando se vieron sorprendidos por los bombardeos.

El 4 de abril, alrededor de las 15.30 horas, cuando los cuatro médicos entraban en el hospital de oncología de la ciudad, aviones rusos atacaron la zona que rodea el centro sanitario. "Se produjeron varias explosiones muy cerca de nuestro personal en el transcurso de unos 10 minutos", explica Michel-Olivier Lacharité, coordinador general de MSF en Ucrania.

Al salir de la zona, los sanitarios pudieron ver "personas heridas y al menos un cadáver". Aunque, reconocen, no pueden determinar el número exacto de víctimas. Los cuatro miembros de MSF pudieron ponerse a cubierto y resultaron ilesos, aunque -eso sí- "las ventanas de su vehículo, aparcado frente a la entrada del hospital, saltaron por los aires".

Por otra parte, los médicos de la ONG han reportado un ataque al hospital pediátrico regional, situado a unos 300 metros de distancia de donde se encontraban. Según relatan, no vieron ningún cráter grande pero sí numerosos agujeros pequeños diseminados por el suelo. Huellas compatibles con el uso de bombas de racimo.

Cuando se produjeron los ataques aéreos de las fuerzas de Vladimir Putin, el equipo de MSF se preparaba para iniciar nuevas actividades de apoyo a los desplazados por la guerra, en colaboración con una organización local. La zona bombardeada pertenece a un barrio residencial situado al este de la ciudad portuaria, cercana a Jersón, donde se concentran muchas instalaciones médicas, explica la ONG.

"Bombardear una zona tan grande dentro de un barrio residencial a media tarde no puede sino causar víctimas civiles y alcanzar edificios públicos", sentencia Lacharité, quien denuncia la crudeza de los ataques indiscriminados de las fuerzas rusas. "En los últimos dos días, tres hospitales de Mikolaiv han sido alcanzados", afirma. A los dos mencionados hay que sumar el del Hospital nº5, contra el que abrieron fuego el 3 de abril.

"Los hospitales, los pacientes y el personal médico deben estar absolutamente a salvo de los ataques", recuerda el coordinador de MSF en Ucrania. En estos momentos, la organización analiza -ha informado- cómo ampliar sus actividades en Mikolaiv, ciudad que ha sido duramente atacada en los últimos días.

Ataques indiscriminados

La fiscal general del Estado de Ucrania, Iryna Venedíktova, ha denunciado que los ataques rusos del lunes contra la ciudad de Mikoláiv dejaron al menos 12 víctimas mortales. Las fuerzas de Putin abrieron fuego contra viviendas y vehículos, y también contra infraestructuras de uso civil. Entre los heridos por los bombardeos a hospitales, se han registrado 4 niños.

La agencia Ukrinform cifra en 46 los heridos por los distintos ataques perpetrados el 4 de abril por el Ejército ruso, que -asegura- utilizó bombas de racimo. Así lo afirma el alcalde de la ciudad, Olexandr Senkevich, y también el gobernador de la Administración Regional Militar de Mikolaiv, Vitali Kim. Este último ha publicado en su canal de Telegram un vídeo en el que puede verse el impacto de un proyectil en un párking de ambulancias y también un cráter en un parque infantil.

Mikolaiv, ubicada en una zona de acceso al mar Negro, se convirtió en uno de los objetivos de Rusia y desde finales de marzo ha sido atacada en innumerables ocasiones. El resultado son decenas de muertos y cientos de heridos. Uno de los días más negros fue el 1 de abril, cuando bombardearon la sede de la administración regional de la ciudad causando una treintena de muertos.

Tras el horror, Rusia se retira

El asesor de la Presidencia de Ucrania Oleksei Arestovich ha asegurado que las tropas de Rusia presentes en territorio ucraniano han abandonado la ciudad. "En Mikolaiv ya no hay ningún enemigo", ha afirmado. Incluso se ha atrevido a vaticinar que las fuerzas de Putin se entregarán en Jersón, aunque no será de forma inmediata. Según dice, planean "la rendición".

La viceministra de Defensa ucraniana prefiere ser más cauta. Hanna Maliar celebra las victorias que están cosechando las tropas de Ucrania pero recuerda que tienen "una guerra en curso, la amenaza de misiles y los ataques aéreos permanecen" y "los planes del enemigo están cambiando un poco, pero siguen siendo amenazantes".

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