Un mes después del inicio de la invasión de Ucrania y del "cambio de era" en Alemania, con la anunciada inversión de 100.000 millones en el Ejército, diversos organismos del gobierno estarían preparando o actualizando planes de emergencia ante la amenaza rusa. Según Der Spiegel, "ningún escenario es tabú ahora", ni siquiera el del ataque nuclear, y el ministerio de Medio Ambiente estaría preparando un nuevo plan de emergencia ante accidentes nucleares que "incluiría la posibilidad de una explosión nuclear".
Como herencia de la guerra fría, el país conserva aún 600 búnkeres pero lleva años desmantelándolos (antaño rondaban los 2.000). Algunos se conservan parcialmente como piezas de museo, como el de Colonia, con capacidad para que sobrevivieran 2366 personas durante dos semanas y reconvertido luego en estación de metro. El gobierno federal y los länder acordaron abandonar su mantenimiento en 2007 pero según medios como el Tagespiegel el proceso para su reconversión en otro tipo de instalaciones civiles se ha detenido e incluso se estaría valorando si hay emplazamientos que valdría la pena reacondicionar.
Desde la agencia de Protección Civil alemana, el organismo que hace unos meses fue noticia por sus consejos para afrontar un gran apagón, se reclama más inversión ahora que "lo impensable puede ocurrir". En su propia web se hacen eco sobre la situación de los búnkeres alemanes y cómo los que aún existen están en su mayoría en manos privadas o bien subsisten por su atractivo turístico como vestigio de la guerra fría.
Mientras, el semanario repasa otros escenarios "inimaginables" hace unos meses y que ahora son amenazas reales. Citan la posibilidad de ataques informáticos y cómo el Gobierno estaría trabajando para incrementar la seguridad; los problemas en el transporte por el importante porcentaje de camioneros ucranianos en empresas del este que estarían volviendo a su país; la escasez de materias primas y productos como fertilizantes o piensos y sobre todo la posibilidad de un corte de suministro del gas ruso, una amenaza que se ve cada vez más real y que ha llevado al gobierno a activar el primer nivel del plan de alerta y pedir ahorro a ciudadanos y empresas.