
Ucrania ha conseguido mantener operativos sus canales logísticos pese a la invasión rusa. Esto les ha permitido que el material bélico aportado por los países de la OTAN pudiera llegar desde el punto de entrega en la frontera con Polonia hasta sus unidades en la retaguardia y en las primeras líneas del frente. Un armamento que hasta la fecha ha sido fundamental para resistir frente a un ejército muy superior pero con mala moral de combate y grandes problemas logísticos.
El material que venía entregando hasta ahora la OTAN y la UE era de tamaño reducido. Un hecho que ha facilitado de forma importante que pudiera pasar la frontera y ser distribuido sin que Rusia lo haya detectado y lo haya destruido antes de su distribución a los efectivos militares ucranianos. El Kremlin ha advertido por activa y por pasiva que esos suministros de material son un objetivo militar y que iba a atacarlos.
El gran reto que tenían tanto estas organizaciones supranacionales como la propia Ucrania, desde el momento que se planteó el posible suministro de cazas de combate a la Fuerza Aérea ucraniana, era cómo introducir este armamento de grandes dimensiones por los límites geográficos ucranianos sin que fuera detectado rápidamente por los servicios de inteligencia rusos y destruido antes incluso de que pudiera ser utilizado contra el invasor.
Un reto que volvía a plantearse la pasada semana cuando la OTAN anunció que se había decidido a suministrar armamento pesado al Ejército ucraniano, y que volvió a mirar para ello, en buena parte, a los socios que en su día pertenecieron al Telón de Acero y que todavía no han completado el proceso de modernización de sus ejércitos, por lo que conservan operativo material fabricado en la época soviética que también emplean los ucranianos y que, por tanto, saben utilizar perfectamente.
Un reto que ha sido superado satisfactoriamente. Al menos en los primeros compases de esta operación de suministro. Ucrania tiene ya en el interior de su territorio el primer material pesado enviado por sus vecinos del Este de Europa. Ha recibido, que esté confirmado, un sistema antiaéreo S-300 y un número no determinado de carros de combate T-72M1 y vehículos blindados de combate de infantería BMP-1.
Aportaciones de Eslovaquia y República Checa
La entrega del S-300 ha sido confirmada por el primer ministro de Eslovaquia, Eduard Heger. "Me gustaría confirmar que Eslovaquia ha proporcionado a Ucrania un sistema de defensa antiaérea S-300. Ucrania está defendiendo con valentía a su país soberano y también a nosotros. Es nuestro deber ayudar, no quedarnos quietos, ni ignorar la pérdida de vidas humanas por la agresión de Rusia", ha explicado en la red social Twitter.
I would like to confirm that #Slovakia has provided #Ukraine with an air-defence system S-300. #Ukrainian nation is #bravely defending its sovereign country and us too. It is our duty to help, not to stay put and be ignorant to the loss of human lives under #Russia’s agression.
— Eduard Heger (@eduardheger) April 8, 2022
El canal eslovaco TV Noviny ha explicado que la operación para pasar el sistema S-300 a territorio ucraniano duró cerca de dos días, para que los mismos pudieran hacerlo con la seguridad suficiente y no ser detectados por los servicios de inteligencia rusas.
También está confirmada la entrega en suelo ucraniano de un número no determinado de carros de combate T-72M1 no modernizados y vehículos blindados de combate de infantería BMP-1 del Ejército de Tierra de la República Checa, así como varios camiones militares de transporte. Este material pesado fue transportado en tren hasta una ubicación no especificada y desde ahí introducido dentro del territorio ucraniano.
El envío de este material, que ha sido dado a conocer por 24 Ceská Televize, el canal de 24 horas de noticias del ente público checo, no fue comentado en un primer momento por las autoridades del país, aunque una vez confirmada la recepción en Ucrania ha terminado siendo reconocido hace unas horas por la ministra de Defensa checa, Jana Černochová, durante una entrevista en uno de los podcast informativos del diario digital checo Seznam Zprávy.
Děkuji paní redaktorce @VeronikaSedlk za dnešní rozhovor. Je skvělé sedět ve studiu s profíkem, který vás elegantně donutí říct to, co vůbec, ale vůbec, nechcete. 🤦🏼♀️ Respekt.
— Jana Černochová (@jana_cernochova) April 7, 2022
Tuším, že moje hláška "tank do kabelky neschováte" může mít velký potenciál 💙💛https://t.co/lpzfI6Prpf
En busca de material soviético
Todas las miradas de los países OTAN giran ahora en torno a otros países aliados que formaron parte del bloque soviético y que todavía mantienen operativo material de esa época -modelos igual o similares a los que vienen utilizando los ucranianos-. Se trata de Polonia, Hungría, Rumanía, Bulgaria o Croacia, quienes podrían ampliar en próximos días el número de donantes de armamento pesado a Ucrania.
Desde el punto de vista de estos países están ante una oportunidad única. Este material, fabricado cuando todavía existía la URSS, está ya francamente obsoleto en la mayoría de las ocasiones y se encuentra en el listado de material pendiente de renovar que tienen en estos países. En unos años, la gran mayoría de este arsenal antiguo tendría que ser retirado y solo tendrá podría ser vendido en el mercado como chatarra.
Ahora, debido a la necesidad ucraniana, se encuentran en la situación de que donando ese material hay un tercer país, como Estados Unidos, que les va a compensar con material nuevo, moderno y casi gratis. Es decir, les abre la oportunidad de modernizar una parte de sus fuerzas armadas que necesita renovación sin necesidad de hacer la gran inversión que deberían hacer, por lo que les permitirá destinar ese dinero a sustituir otro material obsoleto de fabricación soviética.