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Una "afrenta inconcebible" de Ucrania vuelve a recordar a Alemania su pasado

Ucrania critica el "miedo" de Alemania al Kremlin tras rechazar una visita del presidente federal.

Ucrania critica el "miedo" de Alemania al Kremlin tras rechazar una visita del presidente federal.
EFE

Ucrania sigue tratando de empujar a Alemania a cortar definitivamente sus vínculos con Rusia. Semanas después de que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, implorara a Berlín que dejara de comprar gas ruso avisando de que ese dinero servía para financiar la guerra contra su país, el Gobierno que preside Olaf Scholz ha recibido nuevos toques de atención por parte de Ucrania reprochándole los años de amistad de los ejecutivos alemanes con Putin y el dinero que sigue fluyendo hacia Moscú.

La primera "afrenta" fue el rechazo de Kiev a recibir la visita del presidente federal, Frank Walter Steinmeier. El jefe del Estado alemán, de visita en Polonia, acordó desplazarse a la capital ucraniana junto al presidente polaco, Andrzej Duda, y los presidentes de Estonia, Letonia y Lituania en un viaje que quería simbolizar el respaldo europeo al Gobierno de Zelenski. Sin embargo, el gobierno ucraniano le hizo saber a través de su embajador en Polonia que la visita de Steinmeier no se consideraba adecuada. El motivo, la larga trayectoria política de Steinmeier primero al lado de Gerhard Schröder, íntimo amigo de Putin, y luego junto a Angela Merkel, de quien fue ministro de Asuntos Exteriores. Tanto en uno como en otro gobierno, Steinmeier respaldó la relación con el Kremlin que culminó con la construcción del gasoducto Nord Stream y el proyecto del Nord Stream 2, paralizado ahora cuando estaba a punto de inaugurarse y símbolo de la dependencia energética alemana de Rusia.

La prensa local publica este jueves que en efecto Ucrania envió una nota a través de su embajada dejando claro que Steinmeier no era bien recibido. El vicecanciller alemán, Robert Habeck, se ha referido a lo ocurrido tildándolo de "error diplomático" por parte de Ucrania. "El presidente federal es Alemania", ha indicado Habeck, que ha considerado que el rechazo constituye "un rechazo a Alemania".

Mientras, compañeros de partido del presidente alemán han expresado también su malestar por el desplante ucraniano. El jefe del grupo parlamentario del SPD, Rolf Mützenich, ha dicho que es una decisión "lamentable" e impropia de las "estrechas" relaciones entre los dos países. El diputado socialdemócrata Axel Schäfer lo ha calificado de "afrenta inconcebible al Estado alemán". Otro diputado ha expresado su malestar por que Ucrania le pida ayuda a Alemania y luego "no quiera ver" al presidente federal. Y la diputada por Mannheim Isabel Cademartori ha indicado que pese a las legítimas críticas de Ucrania, el país no debería "humillar públicamente" a Alemania, de forma "desmedida e innecesaria".

Ucrania sube el tono

El rechazo a la visita de Steinmeier llega tras una escalada de críticas del embajador ucraniano en Alemania en diferentes medios, a las que se ha sumado este jueves el propio Volodimir Zelenski, que en una entrevista en la BBC ha acusado a Alemania de ganar dinero manchándose de sangre, en alusión a su negativa a bloquear la compra de gas ruso.

A estas críticas se añade un durísimo artículo del ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en Der Spiegel. Dice el político ucraniano que Putin jugó durante años con "los alemanes y sus sentimientos". "Ante la catástrofe ya no hay tiempo ni paciencia" y las críticas han de ser públicas y "más duras", afirma el ministro, que vuelve a reclamar una "nueva política" en Alemania que pase por el cese de la compra de gas y petróleo ruso. "¡Basta de sonambulismo!", exclama, pidiendo "nuevos pasos" contra Rusia, entre los que se cuenta el envío de armamento pesado.

Sobre la polémica con Steinmeier, celebra que el presidente haya admitido que se cometieron "errores en el pasado": "Eso muestra la capacidad de reflexión de Alemania, de la que puede estar orgullosa la sociedad alemana", dice, pero "no hay tiempo ya para la reflexión", hay que "corregir" el rumbo y "cortar la dependencia" del gas ruso. "Incluso a pesar del miedo alemán al paro y a una profunda crisis", añade en referencia a las advertencias de la industria alemana sobre unas consecuencias inasumibles.

"Todo esto es consecuencia de una relación poco realista con Rusia en la última década", insisten ahondando en la crítica a los errores alemanes del pasado. Y lanza un aviso: "Habrá más guerras con Putin, y no sólo en territorio ucraniano. La única posibilidad de evitar un conflicto mayor es pararlo en Ucrania".

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