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Rusia inicia la gran ofensiva del este mientras lanza un "potente" ataque contra Leópolis

Moscú se hace con el control de Kreminna, en Lugansk, y deja 11 muertos tras lanzar 5 misiles contra Leópolis, ciudad de paso de miles de refugiados.

Moscú se hace con el control de Kreminna, en Lugansk, y deja 11 muertos tras lanzar 5 misiles contra Leópolis, ciudad de paso de miles de refugiados.
Militares del Batallón de Voluntarios Akhmat de Chechenia controlan la fábrica de hierro y acero Mariupol capturada por las fuerzas armadas de Rusia y la República Popular de Donetsk del ejército ucraniano. | Cordon Press

Cuando se cumplen 54 días de la invasión rusa, Ucrania denuncia que la gran ofensiva del este del país podría haber comenzado. Las autoridades regionales de Lugansk han confirmado la caída de la ciudad de Kreminna, donde, además, cuatro civiles habrían fallecido tras ser tiroteados "indiscriminadamente".

"Podemos informar que la ofensiva ya ha comenzado", aseguraba esta mañana la administración militar, que añadía que se luchaba por las calles de Kreminna y que la evacuación de civiles era "imposible". Apenas unas horas después, el gobernador regional, Serhiy Gaidai, confirmaban la caída de la ciudad en manos rusas. "Los invasores tomaron Kreminna", escribía en su cuenta de Telegram.

Después de varios días concentrando a sus tropas en el este del país, esta madrugada también se han reportado numerosos ataques con misiles contra la ciudad de Kramators, así como en otras poblaciones del Donetsk, como Vugledar, Marinka y Gradiv.

Miles de personas resisten en Mariúpol

El otro gran foco de atención sigue siendo Mariúpol, donde miles de civiles permanecen refugiados en las instalaciones de la acería de Azovstal -una antigua planta metalúrgica creada en la década de 1930- mientras los rusos bombardean la ciudad y apremian a las autoridades a rendirse.

El ultimátum impuesto por Moscú expiró el domingo al mediodía, sin que los resistentes ucranianos depusieran las armas y se estima que en esa antigua acería habría atrincherados, además de los civiles, unos 2.500 soldados ucranianos. La ciudad portuaria sufre un asedio ruso desde casi el principio de la invasión y de su medio millón de habitantes, apenas quedan en ella unas 100.000 personas que, según diversas ONG, son víctimas de una catástrofe humanitaria.

De hecho, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha afirmado que la ciudad de Mariúpol "ya no existe" y que la situación es "descorazonadora". "La ciudad ya no existe. Lo que queda del Ejército ucraniano y un gran grupo de civiles están básicamente rodeados por las fuerzas rusas. Continúan su lucha, pero parece, por la forma en la que se comporta el Ejército ruso en Mariúpol, que han decidido arrasar la ciudad hasta los cimientos a cualquier precio", ha denunciado.

Tras hacerse con el control de Mariúpol, Moscú pretende establecer un corredor para sus tropas que una Crimea -territorio que controla desde 2014- con las regiones prorrusas del Donbás.

Cinco misiles contra Leópolis

Mientras tanto, en la otra punta del país, Rusia ha empezado a bombardear Leópolis, ciudad situada a 70 kilómetros de la frontera con Polonia y que, por tanto, se ha convertido en lugar de paso de miles de refugiados que huyen de Ucrania.

Hasta ahora, esta zona había permanecido prácticamente intacta y tan sólo se había registrado un ataque en los alrededores de la ciudad desde el estallido de la guerra. Este lunes, sin embargo, Ucrania ha denunciado un "potente" ataque con cinco misiles que habría causado, al menos, once muertos -entre ellos un niño- y ocho heridos, según los datos aportados por el alcalde de la ciudad, Andriy Sadovyi.

"Por favor, vayan a los refugios. El enemigo se acerca -ha pedido a sus ciudadanos el regidor ucraniano-. La ciudad ya no es segura. Todas las ciudades y los pueblos están en la misma situación. Rusia está cometiendo actos de genocidio, atacan a la población civil".

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