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Crece la tensión entre Ucrania y el "malvado" socialismo alemán

El embajador de Ucrania en el país se ha convertido en el azote del SPD.

El embajador de Ucrania en el país se ha convertido en el azote del SPD.
El canciller Olaf Scholz | EFE

Tras el rechazo de Volodimir Zelenski a que el presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, le visitara en Kiev, la tensión entre Ucrania y el socialismo alemán continúa creciendo. La negativa de Zelenski a recibir a Steinmeier, que fue ministro de la cancillería con Schröeder y después dos veces ministro de Exteriores con Merkel, escoció en el SPD, donde varios miembros del partido salieron en defensa del político y contra la "afrenta" de Ucrania, que considera a Steinmeier un cómplice de las buenas relaciones con Putin como firmante del acuerdo del Nord Stream II para llevar gas ruso a Alemania a través del Báltico.

El cruce de declaraciones continuó con un artículo del ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, reclamando de nuevo que Alemania deje de comprar petróleo y gas ruso y pidiendo armamento pesado al país, en medio de críticas muy duras a los años de amistad con el Kremlin. La respuesta llegó unos días más tarde con otro artículo de Sigmar Gabriel, ex presidente del SPD y vicecanciller con Angela Merkel: el socialista salió en defensa del presidente alemán tras la "irritante" cancelación de la visita y aunque consideró "comprensible" la "ira" de Ucrania ante la situación que está sufriendo, lamentó que desde Ucrania se hable de una "tela de araña" de intereses y contactos tejida por el presidente y otros políticos con Rusia. "Es falso y malvado", dijo afirmando que tanto Steinmeier como Merkel "han hecho mucho más que otros líderes en Europa" para apoyar a Kiev.

A las exigencias ucranianas de que Alemania lidere la respuesta contra Rusia, Gabriel respondió que su país ha respaldado a Ucrania "política, militar y financieramente" y que no hay que perder "de vista" la posibilidad de que la guerra se agrave y "se extienda". Tras lamentar las críticas, Gabriel defendió el papel de Steinmeier y la importancia del trabajo diplomático y el "sentido de Estado": "Es peligroso y demuestra poca altura de miras criticar este comportamiento", señaló el socialista que en el largo artículo no mencionó en ningún momento el gas ruso.

Lejos de calmar los ánimos, el artículo del ex líder del SPD fue respondido con furia por el embajador de Ucrania en Alemania, Andrij Melnyk, convertido en los últimos días en el azote de los políticos alemanes y en particular del canciller Olaf Scholz y de sus compañeros del SPD. "Lo que son malvados son los años de amistad con Putin, suyos y de sus compañeros, que han desembocado en esta guerra bárbara contra la nación, la cultura, las mujeres y los niños ucranianos. Qué vergüenza".

Y no se quedó ahí: publicó una foto del propio Gabriel con Putin, le echó en cara la buena acogida del artículo en la prensa rusa y siguió atacándole con reportajes cogidos de la prensa alemana haciéndose eco de los lazos tejidos durante años por miembros del partido con Rusia, con Gerhard Schroeder a la cabeza, o del récord que Alemania batirá este año en compra de petróleo y gas rusos, por un importe de 32 millones de euros.

En un intento de rebajar la tensión, este martes otra dirigente del SPD, Saskia Esken, publicó una foto suya junto a Melnyk señalando la importancia de un "diálogo abierto y en confianza" cuando el debate se "acalora" demasiado. La reunión se producirá en las próximas horas, según ha confirmado el propio Melnyk, entre nuevos dardos a la élite política del país: "Esperemos que por fin el SPD dé luz verde al envío de armamento pesado y al embargo de gas y petróleo para poner fin a esta guerra aniquiladora".

Entre tanto, Olaf Scholz se enfrenta además de a las críticas ucranianas a las de sus propios socios de gobierno. Desde Los Verdes y el FPD se está reclamando que el país acceda a la petición de Ucrania de enviar armas pesadas.

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