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Dos meses de la invasión de Ucrania: la obsesión de Putin con el Donbás y los campos de concentración

Volodímir Zelenski denuncia la existencia de campos de concentración y deportaciones a Siberia, mientras Putin sigue bombardeando Mariúpol y Odesa.

Volodímir Zelenski denuncia la existencia de campos de concentración y deportaciones a Siberia, mientras Putin sigue bombardeando Mariúpol y Odesa.
Un hombre camina junto a un tanque T72 destruido en las ruinas del centro de Mariupol. | Cordon Press

Este domingo, se cumplen dos meses desde que Rusia inició la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero. Desde entonces, la guerra deja ya más de 2.200 civiles muertos y 5 millones de refugiados, según la ONU. A pesar de la catástrofe humanitaria, Putin no parece dispuesto a frenar los ataques hasta conseguir la "liberación completa" del Donbás, tal y como argumenta el Kremlin.

En estos momentos, Mariúpol, junto al mar de Arzov, se erige como el último reducto de la resistencia ucraniana en la zona y todas las miradas permanecen puestas sobre la acería Azovstal, donde unos mil refugiados continúan atrapados, mientras siguen los bombardeos y se agotan los alimentos, el agua y las medicinas.

La resistencia de Mariúpol

Desde el inicio de la invasión, esta ciudad portuaria ha sido uno de los principales objetivos rusos, con el fin de formar un corredor terrestre desde el este de Ucrania hasta la anexionada península de Crimea en 2014. La resistencia de soldados y civiles encerrados en la famosa acería, sin embargo, está complicando los planes del Kremlin.

Azovstal cuenta con plantas subterráneas en muchos de los edificios, túneles que comunican unos con otros e incluso pequeños refugios nucleares, lo que ha obligado a Rusia a invertir ingentes esfuerzos en tomar la ciudad. Tanto es así que la última decisión de Putin pasa por bloquear los accesos a la acería y forzar que aquellos que permanecen en su interior se rindan o mueran de hambre y sed.

Aun así, el ejército ruso sigue bombardeando sus alrededores sin respetar siquiera la Pascua ortodoxa, tal y como ha confirmado el comandante adjunto del regimiento Azov, el capitán Sviatoslav Palamar. "Hoy, en la Pascua, los invasores rusos continúan bombardeando e intentando atacar la planta de Azovstal en la ciudad sitiada de Mariúpol, lanzando ataques aéreos sobre las cabezas de los niños. Recuerda, ahora mismo que estás compartiendo las imágenes de la Pascua y disfrutando de la tregua, que el enemigo está tirando bombas sobre las cabezas de niños inocentes'.

Próximo objetivo: Odesa

Mientras tanto, las tropas rusas tratan de ganar terreno en dirección a Odesa, otro de los puertos más codiciados por Rusia. Este sábado, al menos ocho personas, entre ellas un bebé de tres meses, murieron asesinadas tras un ataque con siete misiles rusos lanzado desde el Mar Caspio. "Un bebé de tres meses fue asesinado hoy. La guerra comenzó cuando este bebé tenía un mes. ¿Se lo imaginan? ¿Qué está pasando?", ha lamentado en su último discurso televisado Volodímir Zelenski, que ha calificado de "escoria" a los agresores.

Los campos de concentración

En las últimas horas, el presidente de Ucrania ha denunciado, además, que Rusia está reteniendo en los territorios temporalmente ocupados a ciudadanos ucranianos en llamados campos de filtración, desde donde son enviados a Siberia y al extremo oriente del país. "Son campos de concentración como los que construyeron también los nazis en su momento", ha alertado Zelenski.

Además, la Dirección Principal de Inteligencia y el Estado Mayor de Ucrania han acusado a Rusia de reclutar por la fuerza a civiles de las regiones ocupadas en Járkov, Zaporiyia y Jersón. Según la inteligencia ucraniana, Rusia estaría buscando hombres en edad militar para reponer las unidades de combate y enviando a médicos ucranianos a la línea del frente para brindar primeros auxilios a sus militares heridos. En caso de negativa, los sanitarios son amenazados con la ejecución.

El fin de la guerra

En medio de este desolador panorama, la única esperanza reside en el vaticinio de uno de los principales asesores de Zelenski. En declaraciones al portal independiente Menduza, con sede en Letonia, Oleksiy Arestovichal ha asegurado este domingo que "en dos, máximo tres semanas, la fase activa se acabará y para el 9 de mayo -día en el que Rusia celebra la victoria de la URSS sobre la Alemania nazi- los rusos anunciarán victorias preliminares, dirán que las tareas han sido cumplidas y ofrecerán negociar".

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