Durante una semana, todos los cajeros de la red Euronet difundirán el cartel de la desaparición de Angela Celentano, una niña italiana que fue secuestrada hace 26 años. Entonces tenía sólo dos años y medio de edad. Sus padres no han dejado de buscarla, pero la investigación ha sido infructuosa. Ellos creen que pudieron traerla aquí tras una adopción ilegal. Por eso han decidido explorar esta vía, de la mano de SOS Desaparecidos.
La campaña que arranca este jueves apenas tiene precedentes. "Lo hemos hecho solamente una vez, con Anna y Olivia", explica el presidente de la asociación, Joaquín Amills. "No hay ninguna certeza, tenemos que abrir el máximo las expectativas. Difundir la alerta de esta manera significa que la imagen de Angela está en más de 50.000 cajeros de toda Europa". Es decir, "será vista 90 millones de veces, diariamente".
Tantos años después, la búsqueda no será fácil. Cuando Angela desapareció era muy pequeña y el cambio físico experimentado puede hacer que su identificación sea casi imposible, más cuando posiblemente ni siquiera alcance a imaginar que fue arrebatada a su familia cuando disfrutaban de un día de picnic.
De ahí que sus padres hayan difundido imágenes de cómo podría ser a día de hoy, y también una marca de nacimiento que tiene en la espalda. Una mancha color café del tamaño de una alubia situada en el lado derecho, justo encima de la cintura. "Es un dato muy importante, nos puede llevar a una identificación suya o de alguien de su entorno", destaca Amills.
Si no hubiera el resultado esperado -anuncia- "haremos lo mismo en Sudamérica, gracias a la solidaridad de Euronet y al Convenio que firmamos en 2019, que permite que dos veces por semana se difunda la alerta de una persona desaparecida en cajeros de España". "No vamos a escatimar en los recursos que podamos ofrecer y que -con ello- generen paz a los padres de Angela".
Los datos de la desaparición
Angela Celentano desapareció el 10 de agosto de 1996, en Nápoles (Italia). Como era costumbre, su familia participó en el viaje anual de la comunidad evangelista al Monte Faito. Un encuentro de alrededor de cuarenta personas en el que los más pequeños de la casa lo pasaban en grande. Ella estaba feliz, jugando con otros niños y sus dos hermanas.
Era una mañana soleada -según describen sus padres- y los pequeños jugaban alegremente mientras los mayores preparaban la comida. Poco duró el júbilo. Lo que tenía que ser un divertido día de campo se tornó en tragedia. Angela, "hermosa como una muñeca de porcelana", desapareció de repente.
Es como si se hubiese desvanecido o se la hubiera tragado la tierra. Apenas unos minutos antes, estaba en una hamaca sonriendo mientras daba un bocado a un emparedado. Un momento que quedó registrado en un video casero. Tras peinar el monte, llegaron a la conclusión de que alguien se la había llevado.
Durante meses, los investigadores recorrieron cada centímetro de aquellas tierras. Buscaron a Angela "en cada casa, en cada cueva". Pero no había ni rastro de la pequeña. Tan sólo el testimonio de Renato, la última persona que la vio. Un niño de 11 años que aseguró que la niña le siguió cuando él se dirigió a la zona de aparcamiento para guardar una pelota en el coche de su padre.
El pequeño -asegura- intentó disuadirla. Pero no la pudo convencer y continuó andando detrás una parte del trayecto, por un camino, hasta llegar a una intersección. Ahí se paró y él avanzó hacia el automóvil, como tenía previsto. Ya no la volvió a ver. Ni él ni nadie. Hay que tener en cuenta que diariamente pasan por la zona cientos de personas. Cualquiera pudo habérsela llevado.
Uno días después de la desaparición, el 19 de agosto, los Celentano recibieron una llamada inquietante: ni una palabra, sólo el llanto de un niño. Nunca se pidió un rescate ni sus captores se pusieron en contacto. Estos 26 años de búsqueda han sido una auténtica tortura para sus padres que -aun así- no pierden la esperanza.
En este tiempo, les han llegado noticias de todo tipo: que estaba en Alemania, que había sido secuestrada, que podía ser un caso de adopción ilegal, que podían haber traficado con sus órganos... Un sinfín de hipótesis que no se han podido demostrar. Pero siguen confiando en recuperar a su "amada hija". Creen que es posible que ella esté intentando encontrar a sus padres biológicos y en el proceso de búsqueda -quien sabe- podría toparse con sus mensajes, llenos de amor.