Rusia habría sufrido entre 70.000 y 80.000 bajas —entre muertos y heridos— desde que inició la invasión de Ucrania el pasado 24 de febrero, según cálculos de el Pentágono. El subsecretario de Defensa para Política de EEUU, Colin Kahl, precisó que el número de bajas rusas es "notable" dado que no han conseguido "ninguno" de los objetivos que tenían al comienzo de la invasión.
A finales de julio, el director de la CIA, William Burns, señaló que la cifra de bajas rondaba las 60.000 —15.000 muertos y 45.000 heridos—.
Por su parte, según la agencia local Ukrinform, los servicios de inteligencia ucranianos informan de que han interceptado llamadas telefónicas de soldados rusos en el frente ucraniano a sus familias en las que dicen que están sufriendo graves pérdidas. Concretamente citan de una llamada interceptada a un militar ruso que lucha en el frente de la región ucraniana de Jersón, parcialmente ocupada por Moscú: "Hace una semana, nuestro comandante de la compañía y su adjunto resultaron heridos, no se salvaron. Luego, sus cuerpos fueron puestos en bolsas y enviados a alguna parte", le dice el soldado ruso a su madre, según la llamada interceptada por la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania.
Otro soldado dice que la televisión rusa no informa de la verdad de lo que ocurre en la guerra y de que hay "muchas víctimas" en el frente. En otras llamadas interceptadas por los servicios de inteligencia militar de Ucrania, los soldados rusos se quejan de la falta de adecuación de las órdenes de sus mandos a la situación que están viviendo en el frente.
Cifras de Moscú
La cifras de baja del Pentágono, la CIA y los servicios de inteligencia ucranianos contrastan radicalmente con las cifras ofrecidas por Moscú.
Según Mediazona y BBC News Russia, hasta el 29 de julio habrían perdido la vida 5.185 soldados rusos. En el otro lado, y siempre según fuentes rusas, habrían muerto unos 23.000 soldados ucranianos.