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Un profesor acaba en la cárcel por negarse a utilizar el pronombre "elle"

El profesor de secundaria irlandés alegó conflicto con sus creencias religiosas. Está en prisión a espera de juicio.

El profesor de secundaria irlandés alegó conflicto con sus creencias religiosas. Está en prisión a espera de juicio.
El profesor Enoch Burke cuando es detenido por la policía | YouTube

La ideología woke, la doctrina queer, es el signo de nuestros tiempos. Por ejemplo, importantes entidades financieras dan la opción a sus empleados a la hora de registrar a sus hijos en sus bases de datos de elegir entre tres sexos, es decir, si la madre ha parido un hombre, una mujer o un ser "no binario".

En Irlanda la cosa ha ido más lejos y este mes ha sido encarcelado un profesor de Historia por haberse negado a usar el denominado "pronombre neutro" elle, el tercer género (ni él ni ella ni ello, que suena de aquella manera), en inglés they, con un alumno en proceso de transición de género, circunstancia cada vez más habitual también en las escuelas españolas.

Elle o they, según la ideología queer, es para los que se sienten no binarios o de identidades de género diferentes. Hace dos años la Real Academia de la Lengua española incluyó "elle" en su Observatorio de Palabras previo a la inclusión en el diccionario pero fue tal la polémica que tuvo que sacar la entrada. En este momento existen más de treinta géneros.

Enoch Burke pasó su primera noche en la prisión de Mountjoy el 5 de septiembre condenado por no acatar la expulsión del centro donde trabaja, el Wilson’s Hospital School (Westmeath, Irlanda). El colegio primero le abrió un expediente disciplinario e ignoró sus alegaciones de problemas de conciencia por ser cristiano y llegó a conseguir que un juez le prohibiera "enseñar o estar presente" en el centro. Pero el docente desobedeció, fue cada día a un aula vacía a estudiar, por considerar que acatar la orden sería reconocer su culpabilidad. Ante esta situación la junta escolar consiguió que otro juez del condado, Michael Quinn, emitiera una orden de arresto por desacato. La policía se presentó en el centro el pasado 5 de septiembre y lo detuvo. En ese momento Burke declaró:

El transgenerismo está en contra de mi creencia cristiana. Contra las Escrituras, la ética de la Iglesia de Irlanda y de mi escuela. Soy maestro y no quiero ir a prisión. Quiero estar en mi aula, donde estaba esta mañana cuando me arrestaron.

En el juicio Burke calificó su situación de "locura" y declaró su "amor por la escuela". También utilizó el lema del colegio Res Non Verba –acciones, no palabras– para lamentar que se le encarcelara "por no llamar niña a un niño" y criticó "la seriedad" de estos criterios para "suspender a alguien". La mácula sobre su nombre y su currículo está hecha en lo que describió como una trayectoria "de enseñanza intachable".

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Colegio Wilson's Hospital School

Burke es profesor de Alemán, Historia y Política en esta escuela mixta de tradición anglicana fundada en 1761 para acoger a jóvenes de escasos recursos y militares retirados. Tiene unos 400 alumnos, la mayoría internos.

La victoria de una profesora canadiense

En prisión y a la espera de juicio, Burke tiene esperanza de salir victorioso como le ha ocurrido a otra profesora de secundaria de Kansas, Pamela Ricard, que tras un largo proceso en los tribunales ha ganado la batalla judicial y recibirá una indemnización de 95.000 dólares. Su colegio la obligó a usar el pronombre they y a ocultar a los padres la transición de género de su hijo.

Aunque Ricard fue suspendida tres días por violar 11 políticas de su distrito referidas al "acoso, diversidad e inclusión", el Tribunal Federal del Distrito de Kansas admitió su demanda argumentando que probablemente "prevalecería el ejercicio de libertad religiosa de la Primera Enmienda", al ampararse la profesora en su condición de católica. Tras la admisión a trámite, el distrito escolar llegó a un acuerdo con la docente para retirar la demanda. En este proceso se puso en valor la defensa de la libertad de expresión en las escuelas públicas.

Ricard llevaba 17 años como docente y ahora se ha retirado.

Son muchos los padres y profesionales, médicos o docentes, de todo el mundo que son acusados de tránsfobos tan solo por afirmar que son dos los sexos biológicos, por cuestionar la ideología queer. Ni siquiera la @ al final de una palabra, los niñ@s, es ya suficiente para hacerse el inclusivo.

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