El anuncio de movilización parcial en Rusia, con el objetivo de aumentar el número de efectivos militares que puede enviar a combatir a Ucrania, unido al anuncio de los referendos de anexión en cuatro provincias ucranianas ocupadas, que podría servir de pretexto a una movilización general, ha provocado que miles de rusos estén abandonando sus ciudades de origen y busquen salir del país para no ser reclutados y enviados al frente ucraniano.
La primera frontera en la que se detectó este éxodo fue en la de Finlandia, donde centenares de personas se agolparon el día del anuncio de la movilización parcial para tratar de salir del país. Su cercanía a San Petersburgo y Moscú fue clave en este sentido. La Guardia Fronteriza Finlandesa (Rajavartiolaitos) hizo públicos hace unos días los primeros datos sobre este fenómeno. Desde el anuncio de la movilización se ha triplicado el número de rusos que tratan de cruzar la frontera.
Traffic at Finland’s eastern border has remained busy since last Wednesday. We do a thorough check on every arrival. We remain vigilant and prepared for any changes in the situation. We will continue our regular posts on this twitter account in the coming days.#FinnishBorder pic.twitter.com/ngGaj60VWE
— Rajavartiolaitos (@rajavartijat) September 26, 2022
Lo normal es que el tránsito de entrada fuera de unas 3.000 personas diarias, ahora ha pasado de golpe a 8.000-9.000 diarias. Todo ello, pese a que el Gobierno de Helsinki ha recrudecido la aprobación de visados, pero poco pueden hacer si se les usa como país de paso hacia otras naciones del espacio europeo Schengen que sí les han aprobado un visado. También se están detectando fraudes relacionados con el permiso de paso a aquellos rusos que tienen propiedades en el país.
La segunda frontera donde se ha detectado estos movimientos de salida de Rusia es en Georgia. Allí hay varias decenas de kilómetros de vehículos retenidos desde hace días, porque las autoridades georgianas no pueden tramitar la entrada al país a la velocidad que se requeriría. Los últimos datos aportados por Georgia indican que hay 4.960 vehículos esperando en la frontera para cruzar.
Hay rusos también que intentan cruzar la frontera a pie, en bicicleta o en patinete, para llegar de este modo hasta la cercana localidad de Stepantsminda. Algunos rusos tratan de cruzar solos para huir de la movilización parcial decretada por el Gobierno de Vladimir Putin, otros con sus familias.
Masses of Russian men trying to cross the Russo-Georgian border to flee Russian mobilization.
— Visegrád 24 (@visegrad24) September 28, 2022
Para frenar esta situación, Rusia ha abierto en las últimas horas una oficina de reclutamiento en el paso fronterizo de Verjni Lars, el más importante que existe oficialmente entre Rusia y Georgia, ya que el resto de los importantes están en las regiones de Abjasia y Osetia del Sur, dos repúblicas fantasma que Rusia mantiene en este país del sur caucásico europeo y cuyos gobiernos son siervos de Moscú, por lo que tiene poco sentido huir a esos territorios.
Fuentes militares rusas explicaron este miércoles a la agencia de noticias Tass que "en el puesto de control de Verjni Lars se ha establecido un punto de movilización. Se han entregado listas de ciudadanos sujetos a movilización parcial a la Guardia Fronteriza".
La otra frontera donde se están registrando retenciones importantes es en Mongolia. Allí también se están agolpando ciudadanos de de Buratia -uno de las regiones más pobres de la Federación Rusa, cuyas habitantes llevan sirviendo de carne de cañón en el frente ucraniano desde hace meses-, así como de otras regiones limítrofes. Exactamente, en el paso de Kiajta, donde también hay centenares de vehículos a la espera.
Жители Бурятии сообщают, что сейчас образовалась вот такая автомобильная очередь на выезд в Монголию через КПП Кяхта. pic.twitter.com/nMu5QH5w6O
— Mar:A (@kAvA240222) September 22, 2022