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Qué puede saquear Rusia de la Ucrania ocupada: agua, grano, carbón, acero, accesos al mar…

Más allá de conseguir un corredor terrestre para conectar Crimea con el resto de Rusia, también puede acceder a recursos e infraestructuras clave.

Más allá de conseguir un corredor terrestre para conectar Crimea con el resto de Rusia, también puede acceder a recursos e infraestructuras clave.
Soldados del ejército ruso, a bordo de un vehículo blindado. | EFE

Rusia planeó con meses de antelación su invasión de Ucrania. Diseñó una estrategia para tratar de vender a sus ciudadanos la necesidad de intervenir militarmente en el país vecino. Como traca final, semanas antes de la invasión, provocó varios de atentados falsos y una crisis ficticia de refugiados. Lo que de momento está quedando claro es que la narrativa del ataque estaba mucho mejor diseñada que el propio ataque militar en sí.

El Donbás fue la escusa para la intervención militar, pero el objetivo real fue intentar un cambio de régimen en Ucrania. Tomar medio país y su capital para poner un Gobierno títere en Kiev. Un objetivo que fracasó en el primer mes y obligó a Moscú a cambiar de plan. La nueva táctica fue centrarse en los territorios más próximas y a aquellos que necesitaba por cuestiones estratégicas y, a partir de ahí, ir avanzando si era posible.

El mínimo que el presidente ruso, Vladimir Putin, puede vender a su pueblo como una victoria es la anexión a Rusia de las dos regiones que componen el Donbás (Donetsk y Lugansk) y de los oblast de Zaporiyia y Jersón, que le permiten configurar un corredor terrestre entre la regiones rusas de Kursk, Belgorod, Vorónezh y Rostov con la península de Crimea, anexionada unilateralmente en 2014 y que fue robada también a Ucrania.

Al plano estratégico hay que unirle la posibilidad de quedarse y saquear los principales recursos económicos de estas cuatro regiones ucranianas. En el caso de Jersón, por ejemplo, aportaría dos nuevos puertos de acceso al Mar Negro -vía de acceso al Mar Mediterráneo-, una refinería de petróleo y una destacable cantidad de grano, aunque no sea precisamente la región ucraniana con mayor producción.

Pero la joya de la corona de Jersón es el agua. En la localidad de Tavriisk, junto a Nueva Kajovka, a orillas del río Dniéper, está la cabecera del Canal del norte de Crimea, una infraestructura hídrica impulsada cuando Leonid Brézhnev mandaba en la URSS y que sirve para abastecer de agua para consumo humano y agrícola a Crimea. Tiene 400 kilómetros de longitud y concluye en Kerch, en el extremo oriental de la península.

Este canal, en cuya construcción participaron más de 10.000 voluntarios del Komsomol, la rama juvenil del Partido Comunista de la Unión Soviética, venía cubriendo el 85 por ciento del agua que necesitaba la península de Crimea y, tras la anexión unilateral en 2014, fue cerrado por el Gobierno de Ucrania. Rusia tomó su control en las primera semanas de invasión y volvió a abrirlo para reactivar el envío de agua.

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Mapa de recursos de la Ucrania ocupada

Zaporiyia tiene hierro y litio, uno de los minerales estratégicos para el futuro, clave a día de hoy para las baterías eléctricas, pero su punto fuerte está a orillas del río Dniéper, en el extremo oeste de Enedogar, una pequeña localidad de apenas 50.000 habitantes. Allí se encuentra la mayor central nuclear de Europa, que con seis reactores venían aportando a Ucrania el 20 por ciento de la electricidad que necesitaba el país para su funcionamiento.

Ocupada al asalto por las tropas rusas a principios de marzo, la central sigue enganchada a la red eléctrica ucraniana y suministrando energía como si no hubiera pasado nada, pero Rusia no ha ocultado que su intención última es desengancharla de la red ucraniana y engarcharla a la red eléctrica rusa, para poder utilizar su potencial en beneficio propio. De hecho, ha buscado en los últimos meses expertos propios que quieran trasladarse a Enedogar para hacerlo realidad.

El Donbás es especialmente rico en recursos, principalmente, el oblast de Donetsk. Allí hay importantes minas de carbón, así como una alta concentración de recursos minerales (sal de roca, arcilla, mercurio, dolomita, uranio, caolín, hierro y litio). Durante décadas ha sido el principal centro de producción industrial de acero y de carbón de Ucrania. De hecho, la tristemente famosa acería de Azovstal, en Mariúpol, es uno de las más grandes del mundo.

Por su fuera poco, esta provincia tiene también pequeñas reservas de gas y un importante puerto con salida al Mar Mediterráneo, el de Mariúpol, que supondría un nuevo puerto para Rusia con salida al Mar Mediterráneo vía el Mar Negro. Los puertos más importantes de Rusia en su parte occidental están en el Báltico y bajan mucho su operatividad en otoño-invierno, por lo que necesita accesos al mar mucho más cálidas, más allá de Sebastopol, en Crimea, robado en 2014.

Por su parte, en la región de Lugansk hay pequeñas reservas de petróleo y gas, además de minas de carbón y una alta concentración de recursos minerales como dolomita, margas y caliza. La cuestión del saqueo de recursos en el Donbás es cuánto dinero sería necesario invertir para poner en marcha la maquinaria teniendo en cuenta que muchas zonas se han visto afectadas por la guerra desde hace ocho años, desde el levantamiento armado apoyado y sufragado por Rusia en 2014.

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