
La destrucción parcial del puente de Crimea ha supuesto un fortísimo golpe para el régimen de Vladimir Putin. Tras las imágenes del fuego en una infraestructura que fue inaugurada personalmente por el presidente ruso en 2018, el régimen está centrado en buscar a los responsables del ataque mientras ha incrementado la seguridad en el puente, donde se ha restablecido parcialmente la circulación.
Mientras, durante la madrugada el Ejército ruso ha bombardeado la población de Zapoiriyia, que alberga la mayor central nuclear de Ucrania. Diez misiles impactaron contra "zonas residenciales y edificios privados", según denunciaron las autoridades de la ciudad.
Según el alcalde, Anatoli Kurtev, al menos 17 personas han muerto y medio centenar han resultado heridas en el bombardeo. Además, cinco casas habrían sido destruidas y unas 40 han sufrido graves daños, además de infraestructuras y automóviles.
Mientras, en Rusia, parte de las pesquisas sobre el ataque en Crimea se centran en el conductor del camión que estalló al paso de siete tanques de combustible en un tren cisterna. Una fuente de las fuerzas de seguridad rusas afirmó en el periódico ruso RBC que habría recibido la orden de transportar fertilizantes por Internet.
Según esta fuente, el camionero "fue utilizado, es decir no tenía presuntamente conocimiento del ataque terrorista planeado", recoge el medio mientras voces desde Ucrania alimentan la teoría de un ataque ruso desde dentro.
Las casas de los familiares del conductor, identificado como Majir Yusubov, de 52 años, han sido registradas. Según medios rusos, sería un tío del dueño del vehículo. Su sobrino, a través de Telegram, aseguró que "no tiene nada que ver con lo que pasó en el puente de Crimea". Este domingo, buceadores evaluarán las estructuras del puente.