El Parlamento Europeo ha aprobado la propuesta de Vox para identificar en frontera a los inmigrantes que entren en la Unión Europea como solicitantes de asilo o de forma ilegal, con el objetivo de crear una base de datos que permita su monitorización dentro de los países miembros.
El conocido como informe Buxadé cuya defensa ha llevado a cabo el eurodiputado del partido, Jorge Buxadé, ha obtenido el visto bueno de la Comisión de Libertades Civiles, por 39 votos a favor y 15 en contra, y deberá ser ahora negociado a tres bandas por representantes del Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión Europa para su incorporación definitiva a la base de datos Eurodac que está siendo reformada.
Después de un año y medio de bloqueo por parte de los grupos de izquierdas, el Parlamento Europeo ha reactivado la actualización de este listado de inmigrantes para adaptarlo a los actuales flujos migratorios que se producen en Europa y que son aprovechados por las mafias para la trata de personas, incluido niños.
Para intentar poner coto a esta situación, que supone todo un desafío para la seguridad del continente, Vox ha pedido recoger los datos de todos los extranjeros que lleguen a Europa: huellas, imágenes o rasgos físicos, para incorporarlos a una base accesible a los países de la UE, Frontex y la Agencia de Asilo, de forma que una persona pueda estar localizada aunque no se conozca su identidad.
El objetivo, según explica Buxadé en declaraciones a Libertad Digital, es crear una herramienta de trabajo para la seguridad del continente y facilitar la coordinación entre países. Otra de las novedades es que estos datos biométricos se recogerán en menores de edad que superen los seis años de edad para evitar el tráfico de niños, que en muchos casos no pueden regresar con sus padres a sus países de origen por haber caído en manos de mafias.