
El caso de Madeleine McCann vuelve a estar de actualidad. Hace unos días, salía a la palestra una joven polaca -de 21 años- que aseguraba tener razones más que suficientes para pensar que ella es la niña británica que desapareció el 3 de mayo de 2007 en El Algarve (Portugal). Julia Faustyna ha creado perfiles en distintas redes sociales (en Instagram tiene más de un millón de seguidores) con el objetivo de lograr que le practiquen las pruebas de ADN, para tener la certeza de si es o no la pequeña Maddie.
Eso es al menos lo que la chica asegura en sus post y videos, que se han terminado viralizando. Según indica, recurrió a las autoridades de varios países y nadie le prestó atención. Quien sí ha acudido en su ayuda es la medium persa Fia Johansson, conocida precisamente por sus predicciones sobre Madeleine. En 2019, la detective psíquica (como se define en su web) afirmó que aparecería en 2023. Se dedica a buscar a personas desaparecidas, al tiempo que ofrece asistencia a sus familias.
Aunque bien podríamos decir que se trata de una instagramer. Acumula millones de seguidores en sus redes sociales (en Instagram está cerca de los 10 millones) y ha aparecido en medios como Forbes, The Wall Street Journal, Fox, CBS o NBC. La Dra. Fia Johansson, como se autodenomina en su página en Internet, nunca pensó que sus dones psíquicos le llevarían a resolver casos sin cerrar. Ha sido "médium practicante, hipnoterapeuta clínico y sanador holístico durante más de 25 años".
La mujer, de origen iraní, parece decida a ayudar a la gente a encontrar respuestas, lo que no sabemos es cuánto les cobra. Es evidente que la medium pide una contraprestación económica por sus consultas -incluso telefónicas- como demuestran los anuncios en los que ofrece sus servicios. En la plataforma Avid Advice ocupa un lugar destacado -la primera de la página- y cobra 35 dólares por minuto. En el caso de Julia Faustyna, ella da entender que lo hace por altruismo. Pero es obvio que su historia le ha dado un nuevo empujón mediático.
¿Por qué ayuda a Julia Faustyna?
Fia ejerce de portavoz y representante de la joven polaca, que ha encontrado multitud de similitudes físicas que le llevan a pensar que Madeleine McCann es su verdadera identidad. Ambas son rubias, de ojos claros, tienen un coloboma ocular -un defecto hereditario poco frecuente- en el iris del ojo derecho y también algunas manchas en la piel que parecen coincidir. Algunos expertos han puesto bajo sospecha las pruebas presentadas por Julia. En cualquier caso, su testimonio es impactante.
Particularmente, la parte que tiene que ver con una experiencia traumática que le ha dejado secuelas importantes. La joven polaca fue objeto de una agresión sexual cuando era niña. Motivo por el que sólo tiene recuerdos vagos de su infancia. Y aquí viene otra inquietante coincidencia: el pedófilo alemán que abusó de ella estuvo investigado por la desaparición de Madeleine. Y una más: la medium de las celebrities predijo hace unos años que el responsable de la desaparición de la pequeña británica en Portugal era precisamente un pedófilo alemán.
La ciencia tendrá la última palabra. Pero han de realizarse las pruebas pertinentes. Por eso Fia Johansson -asegura- quiere ayudar a Julia. Sea Madeleine o no, añade. Ella tiene derecho a encontrar respuestas, dice, a saber la verdad. Una idea que repite entrevista tras entrevista. Y en los dos últimos días lleva unas cuantas. Reclama que se le realicen los análisis genéticos -a lo que su madre se opone- para averiguar si es la menor desaparecida. La medium persa lo tiene claro, lo ha dicho siempre y lo mantiene: "Ella (Maddie) está viva".