Al menos 1.311 personas han sido detenidas en Francia y 79 policías han resultado heridos en la cuarta noche de protestas por la muerte de un joven que fue disparado por la Policía cuando trataba de huir de un control de carretera. Entre los heridos, figuran cuatro agentes lesionados en incidentes con armas de fuego en Vaulx-en-Velin (a las afueras de Lyon) dos con hematomas. y otros dos alcanzados por metralla. Además, un total de unos 1350 vehículos han sido incendiados y 234 edificios han sufrido daños de distinta consideración.
Pese a las gravísimas cifras, el Ministerio del Interior asegura que "gracias a la movilización de las fuerzas de seguridad interior en todo el país, el nivel los actos violentos cometidos fue de menor intensidad que la noche anterior". En total, el Gobierno había puesto en la calle a 45.000 policías con un dispositivo reforzado que incluía el despliegue de blindados ligeros de la Gendarmería. El día anterior el número de detenciones había ascendido a 875 y hubo casi 300 policías heridos, aunque ninguno de gravedad.
Esta pasada noche fue más calmada en la región París. Sin embargo, no dejaron de darse incidentes graves en zonas de la periferia como Seine-Saint-Denis o Nanterre, donde tuvo lugar la muerte del joven Nahel M. el pasado día 27. En lugares como Marsella -a donde el Gobierno tuvo que mandar refuerzos durante la noche a petición del Ayuntamiento-, Grenoble o Lyon fueron más preocupantes, con escenas de saqueos incluidas.
La muerte de Nahel M.
Nahel, un joven de 17 años y de ascendencia árabe, recibió un disparo mortal por parte de un policía el pasado día 27 cuando trataba de huir de un control de carretera en Nanterre. Las imágenes de los hechos, grabadas por varios testigos, desataron una fuerte indignación en el país, que desembocó en graves disturbios, sobre todo en los barrios populares de las grandes ciudades y en el cinturón metropolitano de París.
El joven será enterrado este sábado, según ha detallado el alcalde de Nanterre, aunque la familia ha enviado un comunicado a los medios de comunicación reclamando que sea una jornada de "discreción" y "recogimiento", por lo que ha pedido que no acudan periodistas.