Hace unas semanas, el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, avanzó un plan para aumentar el número de reservistas en las Fuerzas Armadas alemanas: un plan que se interpretó como un primer paso para el regreso del servicio militar obligatorio que periódicamente surge en el debate público en el país pero que, de momento, se limita a un "registro" de los hombres en edad de servir y de su disposición a ello.
Según detalló Pistorius, el Ministerio de Defensa enviará anualmente, previsiblemente a través del correo electrónico, un cuestionario a todos los jóvenes de 18 años, hombres y mujeres. Los hombres tendrán que rellenarlo de forma obligatoria; las mujeres, de momento, de forma voluntaria. En él, se les informará sobre la existencia del servicio militar voluntario ya vigente y que consiste en un servicio de formación básica de seis meses ampliable a 17 meses y se les preguntará sobre su disposición a unirse a él. El Ministerio de Defensa, según explicó Pistorius, espera que sólo con el envío del cuestionario y su respuesta obligatoria más jóvenes se animen a ser reclutas y aumente el número de reservistas alemanes, en principio 5.000 cada año a partir del año que viene.
En la actualidad, quienes realizan este servicio militar cobran mensualmente unos 1800 euros que pueden aumentar hasta los 2200 en función del puesto. Pistorius avanzó que con el fin de hacer el servicio más atractivo, se podrían introducir incentivos como una bonificación de 5.000 euros para quien prolongue el servicio más allá de los seis meses y cursos de idiomas y carnet de conducir gratuitos. En principio, la fecha que se baraja para comenzar a mandarlos es 2025.
Tras la idea de Pistorius, que queda aún muy lejos de la reintroducción del servicio militar obligatorio suprimido en 2011, está el objetivo general de reforzar al Ejército alemán tras la guerra de Ucrania y de aumentar las tropas: según el ministro, necesitan más de 400.000 militares, y aspiran a llegar a los 203.000 militares profesionales en la próxima década (ahora son 181.000) a los que se sumarían 200.000 reservistas (ahora son unos 60.000).
Mientras el país continúa comprometiendo compras de armamento, el inspector general de la Bundewehr (el mando con más rango de las Fuerzas Armadas alemanas), Carsten Breuer, ha dejado caer este viernes que se sigue sin descartar la vuelta de la "mili" y que este sería un primer paso con el fin de animar el debate, con la vista puesta en Rusia. "Necesitamos más de 400.000 militares profesionales y reservistas y para cubrir las necesidades necesitamos ya 100.000 reservistas adicionales. Este modelo servirá para resolverlo inicialmente", señala en una entrevista en RND en la que también se refiere a otra cuestión sobre la mesa: si las mujeres también deberían hacerla. Al respecto, Breuer recuerda que la ley que regulaba el servicio militar obligatorio sólo hablaba de hombres y señala que en este ámbito "también debería aplicarse la igualdad de derechos". Apunta, no obstante, que es necesario "un debate político y social".
Señala en cualquier caso la "situación de emergencia" que justifica estas medidas: "la defensa de Alemania y de sus aliados". "Debemos estar preparados para la guerra. Este es el camino correcto", apunta.
En la entrevista, Brauer habla de 2030 como de la fecha clave para estar preparados: "Los militares rusos están aprendiendo y modernizándose en la guerra en marcha (…) Entre los cinco y los próximos ocho años, Rusia habrá renovado tanto su ejército que verá viable atacar territorio OTAN. Y eso significa que tenemos que ponernos como meta 2029. Debemos estar preparados como tarde en esa fecha para poder repeler un hipotético ataque ruso".
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