Mazazo descomunal para Marine Le Pen y su Reagrupamiento Nacional, que se habían impuesto con claridad en la primera vuelta de las elecciones legislativas. Incluso se pronosticaba que ganaría las elecciones por mayoría absoluta. Nada más lejos de la realidad.
Según datos del Ministerio del Interior y ya con los 577 escaños de la Cámara ya asignados, el Nuevo Frente Popular de socialistas, comunistas, ecologistas y la formación de extrema izquierda liderada por Jean-Luc Mélenchon La Francia Insumisa quedó en primer lugar con 182 escaños, más otros 13 independientes de izquierda, según los datos oficiales del Ministerio del Interior.
El bloque macronista perdió su mayoría al quedarse en 168 diputados respecto a los 250 diputados que tenía, una fuerte caída que sin embargo ha sido menor de lo que se esperaba.
Mientras, el tercer puesto fue para la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que partía como gran favorita tras su victoria en la primera vuelta y los pronósticos de los sondeos publicados hasta el viernes, pero que se quedó finalmente en 143 escaños. En cualquier caso, el resultado para Agrupación Nacional es histórico al situarse muy por encima de los 89 diputados de 2022.
El conservador Los Republicanos (LR) se mantiene a pesar de algunas deserciones hacia el RN y logra 45 diputados, a los que podría añadir otros 15 independientes de derechas.
Mélenchon mueve ficha
Nada más conocerse los resultados provisionales, el líder de la extrema izquierda francesa, Jean-Luc Mélenchon, exigió al presidente, Emmanuel Macron el nombramiento de un primer ministro de la alianza de izquierdas.
Mientras tanto, el entorno de Macron ha puesto en valor el "cordón republicano" y pide "cautela" sobre la formación de gobierno, pues la incertidumbre es enorme, con una Asamblea dividida en tres bloques en la que ninguno tiene mayoría absoluta. Lo que sí es cierto y seguro es que el primer ministro, Gabriel Attal, ha anunciado que presentará su dimisión a Macron.
Participación de récord
Como ya ocurrió el pasado domingo en la primera vuelta, la movilización en Francia ha sido extraordinaria. Tanto a las 12:00 como a las 17:00 horas, cuando se han ofrecido datos de participación, confirmaban que los votantes estaban muy movilizados, alcanzando tantos por cientos de participación que no se veían desde hacía 43 años. Según los datos finales, alcanzó finalmente un 67 por ciento.
Euforia de los seguidores de Mélenchon
El imprevisto vuelco fue recibido con una explosión de euforia en la simbólica Plaza de la República por parte de los seguidores de Mélenchon. El líder de LFI afirmó ante los suyos que el Nuevo Frente Popular "tiene que aplicar su programa y solo su programa", y rechazó entrar en negociaciones con la coalición de Macron.
El primer ministro, Gabriel Attal, se abrió a dirigir un Gobierno provisional debido a la "situación política sin precedentes" y a que Francia inaugura en menos de tres semanas los Juegos Olímpicos de París.
Fuentes del Elíseo avanzaron que Macron, que este lunes viaja a Washington para participar en la cumbre de la OTAN, va a tomarse tiempo hasta que se instaure la nueva Asamblea Nacional "para tomar las decisiones necesarias", es decir para decidir sobre el Gobierno que se pueda constituir. Y añadieron que Macron, cuando tenga que decidir, como "garante de las instituciones, velará para que se respete la decisión soberana de los franceses".
Mientras, la líder de Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen, no habló a los militantes pero en algunas entrevistas aseguró que lo de hoy fue "una victoria en diferido" ya que la progresión de su partido sienta los cimientos de un triunfo que ve como inexorable. "La marea ha subido, no lo suficiente esta vez, pero sigue subiendo. Ha sido una victoria en diferido", afirmó.