Todos los efectivos policiales humanos y no humanos han resultado insuficientes para contener a la turba en la ciudad de Rotherham, en el norte de Inglaterra. Allí, jóvenes enmascarados han asaltado este hotel de una conocida cadena que servía de alojamiento para solicitantes de asilo, y a los que pretendían sacar de allí. Tras apedrear las ventanas y prender fuego a los accesos, algunos han logrado irrumpir en el edificio. Ha sido un fin de semana negro en el Reino Unido, desde el sur de Inglaterra hasta el Ulster, con decenas de protestas antiinmigración. En algunas, los agentes se han visto desbordados por los manifestantes de extrema derecha que, aprovechando la conmoción nacional por el asesinato de tres niñas, han protagonziado violentos incidentes y enfretamientos con otros ciudadanos.