Menú

Groenlandia está de elecciones y Trump hace que nos interesen por primera vez

¿Qué ocurrirá? ¿Cuáles son los planes concretos de Trump? Eso dependerá de los resultados de las elecciones y de los pasos que siga después.

Este martes se celebran elecciones en Groenlandia, un evento que, en circunstancias normales, pasaría desapercibido para la inmensa mayoría de las personas, al igual que ha ocurrido con todas las elecciones regionales anteriores en este territorio. Sin embargo, el interés inesperado que ha mostrado Donald Trump por convertir Groenlandia en un territorio estadounidense ha cambiado esta percepción. De repente, la atención de la geopolítica mundial se ha dirigido hacia los 41.000 votantes de una población de apenas 60.000 personas, quienes elegirán a sus 31 representantes en lo que, desde la perspectiva de casi cualquier país del mundo, son unas elecciones locales de poca monta.

La situación de Groenlandia

Groenlandia posee un estatus singular, ya que es un territorio de ultramar muy distante del resto de Dinamarca, lo que le confiere una situación especial. En reuniones relacionadas con defensa o política exterior, Dinamarca suele incluir a un representante groenlandés, dado que los intereses de Groenlandia pueden diferir notablemente de los del país matriz. Además, desde hace tiempo, la legislación permite que Groenlandia pueda independizarse mediante un referéndum. De hecho, existe un apoyo mayoritario, que ronda el 60% —aunque este porcentaje varía con los años—, a favor de la independencia.

No obstante, hay un inconveniente significativo: Dinamarca financia prácticamente todos los servicios públicos de Groenlandia. Aunque esta cantidad no representa un gasto elevado para Dinamarca, debido al reducido tamaño del territorio, para Groenlandia es esencial. Cuando se consulta a los groenlandeses —y no estoy seguro de si este es el gentilicio correcto— si estarían dispuestos a independizarse a costa de perder esta financiación, las opiniones cambian drásticamente: aproximadamente un 70% se opone rotundamente a esa idea.

Entonces, ¿qué pretende Trump con su interés? Es posible que busque ofrecer una alternativa económica, sustituyendo los fondos daneses y añadiendo incentivos adicionales para los groenlandeses, probablemente a cambio de explotar los abundantes recursos naturales del territorio, que permanecen en gran medida intactos. Esto podría implicar un modelo similar al de Puerto Rico, como un estado libre asociado, o alguna otra forma de vinculación. Más allá de los beneficios económicos, el objetivo principal de Trump parece ser fortalecer la presencia de Estados Unidos en el Ártico. Con el calentamiento global, esta región se está volviendo más accesible, lo que facilita la apertura de rutas comerciales y la explotación de recursos naturales en las próximas décadas. Aunque Estados Unidos ya está presente en el Ártico gracias a Alaska, Rusia es el actor dominante, con China como aliado indirecto, y Trump aspira a contrarrestar esa influencia mediante la adquisición de Groenlandia.

¿Qué ocurrirá? ¿Cuáles son los planes concretos de Trump? Eso dependerá de los resultados de las elecciones y de los pasos que siga después. Sin embargo, ya ha dado señales claras de su intención. En un tuit reciente, afirmó que los groenlandeses deben "elegir su propio futuro", lo que sugiere que podría estar promoviendo la independencia de Groenlandia para luego posicionar a Estados Unidos como su nuevo aliado, reemplazando el papel de Dinamarca. Cabe destacar que Estados Unidos ya tiene una relación cercana con Groenlandia. Durante la Segunda Guerra Mundial, con Dinamarca ocupada por los nazis, Groenlandia quedó fuera de su control, y Estados Unidos llegó a un acuerdo con los daneses para asumir su protección. Desde entonces, mantiene bases militares en el territorio y actúa, en la práctica, como el principal garante de su seguridad, más allá de lo que Dinamarca puede ofrecer.

Por lo tanto, un acercamiento de Groenlandia a Estados Unidos podría parecer, en cierto modo, un paso natural. Sin embargo, hay un obstáculo importante: la mayoría de sus habitantes son inuit, y este pueblo no ve con buenos ojos la explotación intensiva de recursos naturales ni la instalación de grandes proyectos como minas. Así pues, el desenlace sigue siendo incierto. Como diría el propio Trump, habrá que esperar para ver qué pasa.

En Internacional

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Alta Rentabilidad