Cuando fallece un Papa (o cuando se produce una renuncia) y hasta que se elige en cónclave al nuevo sucesor de San Pedro, se produce un periodo conocido como Sede Vacante.
¿Qué es la Sede Vacante?
La Sede Vacante es el periodo que transcurre entre la muerte o renuncia del Papa hasta la elección del siguiente Sumo Pontífice, tal y como queda estipulado en el Derecho Canónico y en la Constitución Apostólica Pastor Bonus de 1988 del Papa Juan Pablo II y que fue reformada en 2022 y en la Constitución Apostólica Universis dominici gregis publicada en 1996 por Juan Pablo II y actualizada por Benedicto XVI en 2013.
En este caso, tras la muerte del papa Francisco este lunes 21 de abril, el gobierno de la Iglesia recae ahora en el Colegio de Cardenales, aunque con limitaciones para evitar cambios estructurales significativos. Esta sede vacante terminará una vez se haya elegido nuevo Papa en el cónclave.
El papel clave del cardenal camarlengo
Durante este período de interregno, una figura asume el gobierno provisional de la Iglesia católica hasta que se nombra al nuevo Papa: el camarlengo. Es el cardenal que preside el órgano que tiene como funciones la de administrar el tesoro pontificio, certificar la muerte del Papa y convocar al cónclave para elegir sucesor. Es decir, es la persona que está al frente de la sede vacante.
Desde el 14 de febrero de 2019 desempeña el cargo de camarlengo el cardenal irlandés Kevin Joseph Farrell asistido por el vice camarlengo, el arzobispo brasileño Ilson de Jesús Montanari, secretario de la Congregación para los Obispos y del Colegio Cardenalicio.
La primera función del cardenal camarlengo es la de certificar el fallecimiento del Pontífice y simbolizar el final del Pontificado de Francisco. Siempre en presencia del maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias y otros cardenales, pronuncia el nombre de bautismo, en este caso "Jorge Mario Bergoglio", en tres ocasiones en diferentes intervalos de tiempos. Es entonces cuando pronuncia las palabras "Vere Papa mortuus est" (Verdaderamente, el Papa está muerto) para certificar esta defunción.
A continuación, le retira del dedo el anillo del Pescador, cierra y sella los aposentos privados del Papa. Seguidamente se procede a informar de la muerte del Santo Padre a los principales mandatarios de la curia romana como el decano del Colegio de Cardenales y al vicario de la diócesis de Roma, cardenal Angelo de Donatis, quien es el encargado de dar a conocer la noticia a todo el mundo. Estos ritos están recogidos en el libro litúrgico Ordo Exsequiarum Romani Pontificis.
Una vez se ha informado a la población este lunes de la muerte del máximo representante de la Iglesia Católica, corresponde al camarlengo iniciar los preparativos de las exequias así como llamar a cónclave al Colegio Cardenalicio para elegir a un nuevo Papa. Hasta que no se elija a un nuevo Pontífice, el camarlengo también cuidará y administrará los bienes y los derechos temporales de la Santa Sede.
Además, el cardenal camarlengo será quién organizará el funeral del papa Francisco y del cónclave que nombrará al papa número 267 de la Iglesia católica.
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