León XIV ha explicado a los cardenales, a los que ha reunido de forma privada en el Aula del Sínodo, que ha elegido su nombre porque considera que la humanidad se acerca a una revolución tan o más profunda que la Industrial con el desarrollo de la Inteligencia Artificial.
"Al sentirme llamado a proseguir este camino, pensé tomar el nombre de León XIV. Hay varias razones, pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica Encíclica Rerum novarum, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial y hoy la Iglesia ofrece a todos, su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la Inteligencia Artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo", ha dicho.
Referencias a su antecesor
El Papa ha recordado a su antecesor en la Cátedra de San Pedro, del que ha dicho que, en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, había "recordado y actualizado magistralmente (…) la vía que desde hace ya decenios la Iglesia universal está recorriendo tras las huellas del Concilio Vaticano II". Un camino para el que ha pedido a los Cardenales que renueven juntos su "plena adhesión".
Sobre este texto de Francisco, León XIV ha destacado como "notas fundamentales", el "regreso al primado de Cristo en el anuncio, la conversión misionera de toda la comunidad cristiana, el crecimiento en la colegialidad y en sinodalidad, la atención al 'sensus fidei', especialmente en sus formas más propias e inclusivas, como la piedad popular; el cuidado amoroso de los débiles y descartados, y el diálogo valiente y confiado con el mundo contemporáneo en sus diferentes componentes y realidades".
León XIV ha pedido recoger la "valiosa herencia" de Francisco, del que ha destacado "su estilo de total dedicación al servicio y de sobria esencialidad de vida, de abandono en Dios durante el tiempo de la misión y de serena confianza en el momento del retorno a la Casa del Padre". "Recojamos esta valiosa herencia y retomemos el camino, animados por la misma esperanza que nos viene de la fe", ha señalado.
"Aceptar un yugo"
El nuevo Papa ha dicho también a los cardenales que son sus "más estrechos colaboradores" y ha explicado que esto le sirve "de consuelo al aceptar un yugo –en referencia a la responsabilidad que supone el papado– que claramente supera" sus fuerzas: "Su presencia me recuerda que el Señor, que me ha confiado esta misión, no me deja solo con la carga de esta responsabilidad. Ante todo, sé que cuento siempre, siempre, con su auxilio", ha subrayado.
Además, ha mostrado su agradecimiento al decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, quien, según ha dicho "merece un aplauso, al menos uno, si no más" por su ayuda y "su sabiduría, fruto de una larga vida y de muchos años de fiel servicio a la Sede Apostólica"; al camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrell "por el valioso y difícil papel que ha desempeñado durante el tiempo de la Sede Vacante y la convocatoria del cónclave" y dedicado un recuerdo para los cardenales que no han podido estar presentes por razones de salud.