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Una multitudinaria misa en Copacabana inaugura la JMJ 2013

El papa Francisco se tomó el día de descanso después de la intensa jornada del lunes. Se congregaron cientos de miles de personas.

La XXVIII Jornada Mundial de la Juventud –JMJ-se ha inaugurado en Río de Janeiro con la llegada de la cruz peregrina y la imagen de la Virgen María al escenario de la playa de Copacabana, donde se congregaron cientos de miles de personas, informa Efe.

La misa de apertura fue conducida por el arzobispo de Río, Orani João Tempesta, puesto que el papa Francisco se tomó el día de descanso después de la intensa jornada del lunes, cuando llegó a Río de Janeiro. Antes de la llegada de los símbolos, una multitud esperaba en las arenas de Copacabana asistiendo a conciertos de música católica y rezando.

Tempesta llamó a los jóvenes a "contagiar" a todos con "la alegría y la paz" de Cristo que es "siempre actual, sobre todo para los que buscan la verdad, la justicia y la paz", a transmitir su palabra "de un modo accesible y comprensible" y a comprometerse para crear "un mundo nuevo, a la luz del plan de Dios".

La JMJ, según ha precisado, se enmarca en el Año de la Fe que invita a "vivir profundamente la fe en medio de un tiempo plural y de tantos cuestionamientos", en este "cambio de época", aunque eso sí, "con entusiasmo y coherencia". En esta línea, les ha advertido de que hay "muchas barreras e injusticias que superar" y les ha instado a "construir puentes en lugar de muros y obstáculos" para así poder despertar "la confianza y la esperanza" en el mundo.

En cuanto al lema de la Jornada –"Id y haced discípulos a los pueblos"-, el arzobispo de Río ha apuntado que la playa y el mar en el que se encuentran recuerda los barcos abandonados en la playa por aquellos que fueron llamados por Jesús para seguirlo. Y, en este sentido, ha subrayado que el camino misionero exige "discernimiento, utopía, sueño" pero también "auxilio de alguien que esté al lado, que ayude a la persona a reconocer la voz de Dios".

Actos hasta el domingo

La JMJ se prolongará hasta el próximo domingo en esta ciudad brasileña, con la previsión de que el Papa presida los principales actos y misas a partir del próximo jueves, dado que el miércoles visitará el Santuario Nacional de Aparecida.

La misa en Copacabana se celebró en una tarde desapacible, lluviosa y con viento, que no ha desalentado a los jóvenes, que desde todo el día esperaban ese momento entre cánticos, bailes, rezos, catequesis y excursiones por la ciudad carioca.

Enarbolando banderas de los países de donde proceden, un grupo de muchachos abrió la ceremonia, que prosiguió con la entrada de la Cruz de los Jóvenes portada a hombros, así como un icono de la Madre de Dios, también llevado a hombros en procesión.

La conocida como "Cruz de los Jóvenes" es de madera, de casi cuatro metros de alta, sus brazos miden 1,75 metros y pesa 31 kilos. Esta cruz fue entregada por el papa Juan Pablo II a los jóvenes en 1984 cuando creó estas jornadas y desde entonces ha sido llevada por todos los rincones del mundo y presidido todas las JMJ.

La cruz fue colocada en el centro del palco, levantado en un lateral de la playa de Copacabana, que está inspirado en las líneas irregulares de las montañas de Río de Janeiro y tiene una capacidad para cuatro mil personas. Al inicio del rito pronunciará un discurso el cardenal Stanislaw Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, dicasterio del que dependen los jóvenes.

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