Desde que fue designado presidente de Venezuela en abril de 2013, Nicolás Maduro se ha caracterizado tanto por sus frases curiosas y polémicas, como por sus contradicciones. La última es su actitud con la cadena estadounidense de noticias CNN: pasó de querer echarlos del país –cosa que hizo para después dar marcha atrás– a ofrecer una entrevista con una de las periodistas más representativas del medio: Christiane Amanpour.
La periodista comenzó la entrevista preguntándole sobre la libertad para trabajar que tienen los medios de comunicación. Para el chavista, en su país nunca ha habido problemas para informar, ya que la prensa siempre ha sido libre para realizar su trabajo. Sin embargo, aclaró que "lo de CNN en Español" fue un tema diferente ya que tenía un papel "nocivo" al incitar "el alzamiento contra el gobierno constitucional". Sin embargo, dijo que "CNN siempre es bienvenida a Venezuela y estamos muy agradecidos de que podamos comunicar con el público de Estados Unidos la verdad en Venezuela".
Como era de esperar, para Maduro la reacción de su gobierno a las protestas es normal, sobre todo si grupos violentos se levantan para provocar problemas. Comentó: "Piense en lo que el gobierno de los EEUU haría si un grupo político traza un mapa de ruta para derrocar al presidente Barack Obama" y apuntó que "sin duda, el Estado reaccionaría, usaría toda la fuerza que la ley le da para restablecer el orden y deponer a los que están en contra de la Constitución". Subrayó que "había sectores extremistas de derecha pensando en la locura de matarlo parar generar más crisis aún, para generar más violencia aún".
El presidente señaló que por esa razón Leopoldo López está preso, porque "la sociedad tiene derecho a la paz y él diseñó una ruta para tumbar a un gobierno legítimo y generó la violencia". Pese a que en varias oportunidades habló de "paz" –algo que no demostró en los actos por el aniversario de la muerte de Hugo Chávez– volvió a increpar a la oposición y culparla de lo que estaba ocurriendo en el país: "Los que han empezado este plan de violencia son una minoría, un pequeño grupo que pertenece a la oposición, y que ha dejado a esa oposición en una posición muy grave".
Además, minimizó la crisis económica que padece Venezuela y dijo que no se vive "situación desesperada" y como siempre volvió a culpar al "capitalismo salvaje" de lo que ocurre. Eso sí, se preguntó: "¿Acaso no tienen problemas económicos ustedes en Estados Unidos?" Eso sí, aclaró que "Venezuela no necesita una mediación. Creo que lo que necesita es cooperación" y explicó que, "aunque esa es la imagen que se quiere transmitir afuera para golpear moralmente a la Revolución Bolivariana", no está "desesperado".
Al pedirle un mensaje para Estados Unidos, el presidente dijo: "Mi mensaje es el respeto, el diálogo, la superación de las visiones que se tienen acerca de Venezuela. Precisamente, tomé la decisión de designar a un nuevo embajador ante los Estados Unidos". Además, les "recomendó" que "no entren en un callejón sin salida en relación con Venezuela y América Latina. Nuestro mensaje a todos en el poder en Estados Unidos es el respeto a Venezuela, respetar a América Latina, y vamos a establecer nuevos niveles de relaciones".
Finalmente, Amanpour le preguntó lo que le quitaba el sueño. Maduro no parece tener problemas: "Yo duermo tranquilo, duermo feliz, duermo como un niño, tengo tranquilad espiritual y sobre todo la tengo porque sé que he sido leal con el legado de ese hombre maravilloso y gigante que fue Hugo Chávez (...) no hago nada por vanidad ni beneficio personal, lo único que me gobierna es mi conciencia y el pueblo venezolano".