Aunque en un primer momento se habló sólo de un muerto por el tiroteo, poco después los medios de comunicación aumentaron esta cifra a cuatro. Lo que no está claro es si incluye al atacante, que se habría suicidado.
Diversas fuentes identificaron al sospechoso como el soldado Iván López, de 34 años de edad, y aseguran que la violencia provenía aparentemente de algún tipo de disputa entre los propios soldados. La información señala que el hombre armado comenzó a disparar en el edificio de la Brigada Médica local de esta base militar, una de las más grandes del país.
Según el canal local de televisión KCEN, el hombre de raza blanca iba vestido con un uniforme de combate militar y llevaba un arma de calibre 45. Al menos 21 ambulancias y dos vehículos del equipo de intervención SWAT de desplazaron para atender la situación.
A través de su Twitter, las autoridades de la base pidieron a todo el personal que tomara refugio y movilizó a todos sus operarios para que atendiesen la alerta. Advirtieron también a los militares de que cerraran puertas y se mantuvieran alejados de las ventanas, y a los estudiantes del campus de la zona de que evacuaran las aulas, según datos de la emisora local KTRK.
En estas mismas instalaciones, el 5 de noviembre de 2009, se produjo uno de las peores matanzas contra militares en territorio estadounidense cuando el psiquiatra militar Nidal Hasan asesinó a trece soldados e hirió a otros 32. Hasan reconoció los asesinatos y aseguró que lo hizo para proteger a los musulmanes y a los talibán de Afganistán.