El encuentro comenzó con más de tres horas de retraso y el nuncio Aldo Giordano fue el primero en hablar para trasladar un mensaje del papa Francisco y otro del secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolín. En su misiva, el sumo pontífice señala que "la violencia genera violencia, por medio del diálogo ustedes pueden construir una base en común (...) para encontrar formas de colaboración en el respeto y la tolerancia". Además, agregó que las partes "el amor por Venezuela (...) el deseo para combatir los problemas del país y la necesidad de paz".
En su turno, Nicolás Maduro demostró en apenas unos minutos la idea que tiene de un diálogo. Durante toda su intervención no dejó de criticar –con la presencia del líder opositor Henrique Capriles– a aquellos que llamaron a la violencia desde la primera jornada del 12 de febrero y que además montaron barricadas en las calles de toda Venezuela. El chavista que "no se puede llamar protestar la quema de universidades" y hacer llamamientos para el derrocamiento de su gobierno.
Como era de esperar, Maduro mencionó a Hugo Chávez y destacó el hecho que esta reunión se haga en abril, el mismo mes (fue el día 11) en el que ocurrió el golpe de Estado contra Chávez en 2002. En ese momento no dejó de destacar la imagen de su líder bolivariano, quien según él, sufrió el asedio de los sectores opositores. Habló de la nueva constitución bolivariana y no hizo en ningún momento autocrítica sobre la actuación de sus fuerzas de seguridad como la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y fuerzas de choque.
Poco antes del inicio de la reunión, Maduro adelantó que propondrá a la coalición opositora un "diálogo de paz" para acabar con la ola de violencia. Según él, esta propuesta será respetuosa de la coexistencia pacífica de los dos modelos que hay en Venezuela: el socialismo bolivariano y el que representa la oposición.
Por su parte, el secretario general de la coalición de oposición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, dijo que se pidió el diálogo "porque todo el pueblo tiene derecho a saber, pero además es conveniente porque la comunicación libre es esencial para el dialogo nacional y en Venezuela hoy hay censura y autocensura en los medios independientes, hay privatización de los medios públicos porque se los usa diaria, sistemáticamente, 24 horas al día, para propaganda partidista oficial. Y además vivimos la crisis del papel periódico que pone en peligro a los medios impresos de nuestro país". Además, señaló que "vamos a hablar de la libertad para nuestros compañeros y para todos los presos políticos" y también "del daño inmenso que causa la violencia, de la necesidad del desarme, verificado internacionalmente, de los impropiamente llamados colectivos, organizaciones cuyos rasgos de paramilitarismo son demasiado obvios como para ignorarlos".
Otro de los que habló por la oposición fue el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, quien pidió al Gobierno que si habla de un plan de golpe de Estado "señalen a los que están inmersos en el golpe y no con organigramas imaginarios". El diputado, que pidió más tiempo para su intervención "porque he estado 15 años oyendo cadenas nacionales y esta oportunidad no la voy a tener más", dijo que la Constitución "no habla de una Fuerza Armada bolivariana, ni revolucionaria, ni chavista. Los militares que se identifiquen como chavistas están al margen de la Constitución y esto causa malestar en los cuarteles". Agregó que "aquí no hay ninguna unión cívico-militar. Esta constitución no habla de fuerzas armadas bolivarianas. Habla de fuerzas armadas a secas. Las FFAA están subordinadas al poder".
En respuesta, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, subrayó que "la unión cívico-militar cada día está más consolidada" y aprovechó, como es su costumbre, para atacar a la oposición al acusarlos de no deslindar de la violencia, sentenciando que "Maduro no se ha dejado tumbar en este año".
Henri Falcón fue directo en su intervención e invitó a Maduro a ver lo que realmente ocurre: "Yo lo invito presidente a que salga usted a la calle. Vayamos a dar un paseíto y revisemos los precios. Creo que este diálogo tenemos que asumirlo con responsabilidad, con madurez y racionalidad política en función de resolver un problema que está ahí". Dijo también que "Este diálogo no puede fracasar porque sería el fracaso de ustedes y el nuestro. Aunque suene duro y crudo, nosotros estamos obligados a concertar. O dialogamos o nos matamos".
Casi a la 1 de la mañana hora venezolana (8am en España), fue el turno de Henrique Capriles, líder de la oposición. El gobernador de Miranda habló de la situación de la violencia y de la inseguridad que se vive en las calles de Venezuela. Incluso llegó a invitar al ministro Rafael Ramírez a acompañarlo a la calle sin escoltas y lo retó: "A ver si le echas pichón". Además, subrayó que "yo estoy aquí porque Venezuela está muy mal, en una situación sumamente crítica" y habló sobre los ataques a la oposición y le dijo al presidente: "Cómo vas a pedir respeto, Nicolás, si a la mitad del país le dices fascistas, asesinos". Para acabar dijo que "Gústele o no, yo digo la verdad, gústele o no, así no le guste a esas personas que tienen en la frente la palabra derrota".
Y mientras esto ocurre, la oposición no parece unida en esta ocasión ya que al rechazo de los opositores Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, alcalde metropolitano de Caracas, se han unido los estudiantes. La Junta Patriótica Estudiantil y Popular denunció que Venezuela está siendo destruida y muchos quieren decir que no está pasando nada. Por eso anunciaron que se desmarcan de lo que llaman "agentes opositores encubiertos del régimen que legitiman al actual sistema político en decadencia".