La presidenta argentina, Cristina Fernández, ha reaparecido este jueves en plena polémica sobre el escándalo Nisman para aportar más confusión. No lo ha hecho físicamente, sino a través de una nueva y larga entrada en su blog, en la que se suma, sorprendentemente, a la teoría de que el fiscal no se suicidó.
Alberto Nisman fue encontrado en su casa con un tiro en la cabeza la noche del domingo al lunes, horas antes de comparecer ante el Congreso para dar detalles sobre la denuncia que había presentado contra la presidenta por encubrir terroristas en la causa AMIA. Desde esa fecha, los datos aportados descartan cada vez más la hipótesis de que se quitó la vida.
Fernández, quizás empujada por las evidencias y después de que en un primer escrito sostuviera que el fiscal se suicidó, se declara ahora "convencida" de que la muerte de Nisman "no fue un suicidio". "¿Por qué se iba se a suicidar alguien que siendo fiscal gozaba él y su familia de una excelente calidad de vida?", señala la presidenta, que continúa sin aparecer en público. Según la presidenta, a Nisman "le plantaron pistas falsas" en el marco de una "operación contra el Gobierno".
La rocambolesca tesis de Fernández es que todo forma parte de un complot contra ella y que para ello se habría utilizado la muerte de Nisman y la apariencia de suicidio. "Nisman no lo sabía y probablemente no lo supo nunca. La verdadera operación contra el Gobierno era la muerte del fiscal después de acusar a la presidenta, a su canciller y al secretario general de La Cámpora de ser encubridores de los iraníes acusados por el atentado terrorista de la AMIA".
Tal y como ocurrió en su primera reacción, más de doce horas después de encontrarse el cuerpo sin vida de Nisman, Cristina Fernández intenta defenderse de todo lo que rodea este caso. Ahora, en su largo escrito, se basa en el informe completo del fiscal filtrado por los medios para señalar que está, en su opinión, repleto de falsedades. Según su tesis, la causa "se derrumbaba a poco de andar" y el propio fiscal lo desconocía, sugiriendo así que le tendieron una trampa.
"El estrépito de la denuncia, sumado al marco internacional por lo sucedido en Francia (...) quedaba sepultada por la muerte del fiscal. Eso sí, bajo la forma de aparente suicidio. Recurso que ya ha sido utilizado en muchos casos tristemente célebres", añade Fernández, para quien "usaron vivo" al fiscal y "después lo necesitaban muerto".
A continuación, Kirchner enumera distintos elementos para sospechar de la versión oficial sobre el supuesto suicidio. Incluye conversaciones por whatsapp del fiscal, en las que con un tono "casi épico" dice que volverá a París para "cumplir una tarea para la que se había preparado". También la foto de la mesa de su despacho, con la documentación subrayada.
Las respuestas a la actuación de Nisman, dice, "seguramente las podrán dar quienes lo convencieron de que tenía en sus manos la denuncia del siglo proporcionándole datos falsos". Fernández también se pregunta por qué iba a "pedir prestada un arma para suicidarse" cuando tenía dos registradas a su nombre, aportando los datos de cada una. Y añade críticas a la juez y la fiscal que lleva el caso por sus acusaciones, "de neto corte opositor hacia el Gobierno Nacional".