Muchos consideran al líder opositor del partido Voluntad Popular (VP) un preso político y cuando Leopoldo López llevaba un año en prisión Naciones Unidas y otras organizaciones de Derechos Humanos solicitaron su libertad inmediata sin éxito. El venezolano está acusado de los delitos de instigación pública, agavillamiento (asociación para delinquir), daños a la propiedad e incendio, aunque él mismo se declaró inocente.
La única culpabilidad asumida por López fue de ser "responsable de haber convocado a la protesta, a la calle, con la intención de salir a conquistar la democracia y la libertad para todos los venezolanos". Su mujer, la activista Lilian Tintori, ha llamado a la protesta desde entonces a través de las redes sociales a todos los venezolanos y ha pedido la libertad de su marido y la de todos los presos políticos.
El padre del opositor venezolano ha indicado que López está "bien" física y espiritualmente, pero que a veces "se quiebra" al despedirse de sus hijos tras las visitas que le hacen en prisión, aunque "no se arrepiente" de haberse entregado voluntariamente. Asimismo, López ha señalado que su hijo no descarta presentarse a las elecciones presidenciales en su país, pero ha asegurado que él no rechazó el exilio que le ofrecieron para evitar la cárcel pensando en que eso le allanaría su camino al Palacio de Miraflores.
Este aniversario ha propiciado que el padre de Leopoldo López instara a sus compatriotas a "salir a la calle" para terminar con el régimen de Nicolás Maduro, que está haciendo caso omiso de las decisiones adoptadas por el legislativo, que controla la oposición desde principios de año.
López padre ha explicado que con Ley de Amnistía el destacado opositor y otros deberían salir de la cárcel. Pero no ha ocultado su escepticismo respecto de la nula capacidad de esta ley para forzar al Ejecutivo, ya que sostiene que Maduro mandará la ley al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por él, para anularla después.
Por eso, el padre del líder venezolano ha comentado que a su hijo solo le sacará de prisión "la calle". Y ha esperado que no se escuche "ruido de sables" en el país, sino solo "ruido de calle", pues le tiene "pánico a los militares cuando se hacen dueños de la interpretación popular". También ve "deseable" un referéndum revocatorio contra Maduro, aunque duda de que fuera efectivo porque el régimen lo controla "todo".
Apoyo de figuras internacionales
Los expresidentes de Costa Rica Oscar Arias y de Polonia Lech Walesa, ganadores ambos del premio Nobel de la Paz, criticaron el encarcelamiento de dirigentes políticos en Venezuela y consideraron que es propio de gobiernos autoritarios y no de democracias. Ambos llegaron este miércoles a Caracas para prestar su apoyo a los opositores venezolanos encarcelados y participar este jueves en una sesión especial del Parlamento cuando se cumplen dos años de la detención de Leopoldo López.
"Llevar gente a prisión es propio de gobiernos autoritarios, totalitarios y no de democracias. En Venezuela están irrespetando los derechos humanos, porque los que opinan distinto son penados con cárcel y eso es inaceptable", dijo Arias a su llegada al aeropuerto de Maiquetía que sirve a Caracas. El costarricense vio con simpatía que en el Parlamento, de mayoría opositora, existan votos para aprobar la ley de amnistía y "sacar a los presos políticos".
Por su parte, Walesa dijo que "viene a Venezuela a aportar experiencias sobre la lucha por las libertades que pueden ser útiles a los venezolanos en este importante momento de cambio". El antiguo sindicalista y presidente polaco señaló que la "voluntad popular" y el deseo de "cambio" expresado en las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre deben respetarse. "No puede haber prisioneros por razones políticas en un país democrático, yo sufrí esto en mi país y comprendo lo que ustedes están sufriendo hoy en Venezuela", aseguró.