El presidente Rafael Correa, efectuó este viernes un recorrido por algunas de las localidades más afectadas por el terremoto sufrido el pasado sábado en la provincia de Manabí, en el norte de Ecuador.
Entre las localidades que visitó estuvieron Bahía de Caráquez, San Vicente, Jama y Pedernales, donde recibió muchas solicitudes de los damnificados, muchos de ellos sin casa, alimentos y agua. En un momento de su recorrido, Correa pareció perder el control y se dirigió a un grupo de personas que pedían la llegada de agua: "Aquí nadie me pierde la calma, nadie grita o lo mando detenido, sea viejo, joven, hombre o mujer. Nadie me empieza a llorar o a quejárseme por cuestiones que falten, a no ser por seres queridos que hayan perdido". A continuación, dijo que el agua estaba en camino hacia esa región del país.
Esta reacción de Correa ha sido muy criticada en las redes sociales, algo que se suma también a su decisión de subir impuestos con el objetivo de recaudar dinero y así atender, según comentó, los costos del desastre. Ecuador prevé recaudar entre 650 y 1.000 millones de dólares con este conjunto de medidas fiscales excepcionales.
Ya son más de 600 los muertos
Por otro lado, un informe de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) hecho público este viernes eleva el número de muertos a 602, con 12.492 heridos atendidos. Además, también señala que son 130 personas las que sigue desaparecidas.
En cuanto a los daños en edificaciones, el documento, publicado en el sitio web de la institución, indica que hay 6.998 inmuebles destruidos y 2.740 afectados, y precisa que 281 escuelas también han quedado afectadas. El informe eleva también a 725 el número de réplicas que se han registrado e indica que, de ellas, seis fueron de magnitud superior a 6.