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Moderado optimismo en Colombia por el acuerdo con los terroristas de las FARC

Los colombianos recibieron con moderado optimismo el acuerdo de alto el fuego anunciado por el Gobierno y los terroristas de las FARC en La Habana.

Los colombianos recibieron con moderado optimismo el acuerdo de alto el fuego anunciado por el Gobierno y los terroristas de las FARC en La Habana.
Juan Manuel Sanrtos y el jefe terrorista Timochenko, junto a Raúl Castro. | EFE

Salvo campanadas que repicaron en la Catedral Primada de Bogotá, situada en la céntrica Plaza de Bolívar, y en otras iglesias justo cuando se sellaba el pacto y de concentraciones medianas organizadas en distintas ciudades de Colombia, la jornada transcurrió con normalidad para muchos que quizás decidieron postergar las celebraciones para la firma definitiva de la paz.

Los colombianos, tradicionalmente alegres y que en ocasiones han protagonizado multitudinarias manifestaciones por la paz y en rechazo a las FARC, siguieron sin aspavientos este jueves la retransmisión del acto desde La Habana, que estuvo encabezado por el presidente Juan Manuel Santos y el jefe terrorista, Rodrigo Londoño, alias Timochenko.

Después de tres años y medio de conversaciones, tiempo que superó las expectativas iniciales de Santos, de un proceso de "meses", las partes acordaron el alto al fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas, garantías de seguridad y el mecanismo para refrendar los acuerdos de paz.

El quinto punto superado de la agenda allana el camino para una paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo terrorista más antiguo del continente y que volvió a la mesa de diálogos después del fallido proceso que mantuvo entre 1998 y 2002 con el Gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana y otras experiencias anteriores.

La jornada comenzó con el viaje de Santos y de una numerosa comitiva que incluyó a ministros, altos cargos del Gobierno y numerosos periodistas a La Habana, sede desde noviembre de 2012 de las negociaciones de paz. "Rumbo a La Habana a silenciar para siempre los fusiles. #SíALaPaz", escribió Santos en su cuenta de Twitter, una red donde hoy (este jueves) reinó la etiqueta "#AdiósALaGuerra".

Tras el anuncio de los acuerdos, la Defensoría de Pueblo fue una de las primeras voces en expresar su beneplácito. El organismo recibió los acuerdos "con gran satisfacción y expectativa por el restablecimiento, respeto y garantía definitiva de los derechos humanos" en el país. Además, señaló que "hará seguimiento al cumplimiento del cese bilateral definitivo" y a la implementación de las medidas que se adopten "para combatir las estructuras criminales sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo", que "podrían convertirse en factor de amenaza para el logro de una paz estable y duradera".

También el vicepresidente colombiano, Germán Vargas Lleras, celebró la firma del acuerdo, y, refiriéndose a esa guerrilla, dijo que "ojalá lo cumplan". "Celebro que las FARC se comprometan, a partir de hoy, a no volver a cometer ningún delito. ¡Ojalá lo cumplan!", expresó Vargas Lleras en un comunicado.

Por su parte, el expresidente Álvaro Uribe, uno de los críticos más férreos de las negociaciones, señaló que la "paz queda herida con la elevación del grupo terrorista de las FARC a la condición de socio del Estado". El exgobernante y actual senador del partido Centro Democrático advirtió de que "estos premios al delito generan nuevas violencias", cuestionó que no se exija a las FARC que entreguen dinero para "reparar" a las víctimas y catalogó al grupo como el "tercer grupo terrorista más rico del mundo".

En la declaración, Uribe también dijo que para firmar los acuerdos el Gobierno ha sido "complaciente con la tiranía" de Venezuela, y aseguró que el presidente de ese país, Nicolás Maduro, presente en el acto en Cuba, "utiliza otra sigla terrorista", la del Ejército de Liberación Nacional (ELN), para mantener "sometido" al Estado colombiano.

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