Para participar en esta audiencia viajaron a Caracas el exministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón y el abogado español Javier Cremades, que se sumaron en calidad de asesores a la defensa del dirigente opositor. Esta es la segunda vez que los letrados españoles intentan sin éxito participar en la vista de apelación de Leopoldo López, quien había sido trasladado hasta el tribunal desde el penal de Ramo Verde.
Es la segunda vez que la apelación se suspende, en esta oportunidad por la indisposición del defensor de Christian Holdack –uno de los jóvenes que fue juzgado junto a López–, que, según Juan Carlos Gutiérrez, letrado que encabeza el equipo defensor de López, manifestó tener problemas de salud para asistir a la audiencia.
El pasado 20 de junio, día de la convocatoria anterior para esta audiencia, el Tribunal de Apelaciones que lleva el caso suspendió la sesión a causa de la indisposición de uno de los magistrados de la corte.
Incidentes procesales
Después de la suspensión, Ruiz Gallardón aseguró que la libertad del opositor preso no puede depender de incidentes procesales como la enfermedad de un juez o una letrada: "Desde un punto de vista de la defensa de los derechos humanos la libertad de una persona no puede depender de que se ponga enferma una juez o una letrada. Es absolutamente contrario a los principios universales de defensa de la libertad". , dijo a los periodistas Gallardón, que forma parte del equipo internacional de defensa del opositor venezolano.
Por esa razón exigió que hasta que se celebre la vista de apelación "se sustituya la situación de prisión militar" de López "o por una libertad absoluta o en último extremo por un arresto domiciliario que le permita hablar con sus abogados y preparar su defensa". "Una situación de violación profunda de los derechos humanos no puede depender de enfermedades de terceras personas", recalcó.