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Más de un millón de venezolanos se echa a la calle pese a las amenazas del chavismo

Un millón de venezolanos ha salido a la calle para pedir el revocatorio pese a las amenazas y maniobras del régimen. 

Cientos de miles de venezolanos –más de un millón según la oposición– se concentraron este jueves en varios puntos del este de la capital para participar en la denominada "Toma de Caracas", la marcha opositora convocada para reclamar al régimen una fecha para el referendo para revocar el mandato de Nicolás Maduro.

Los participantes respondieron al llamamiento de la alianza de partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y se congregaron en seis puntos de la ciudad vestidos de blanco y con banderas de Venezuela. La movilización fue finalmente todo un éxito pese a los intentos del régimen chavista de reventar la convocatoria con amenazas, cortes de carreteras y arrestos. El marco visto recordó otras grandes concentraciones ciudadanas frente al poder como las que terminaron tumbando al gobierno de la RDA y posteriormente el muro de Berlín.

Muchos de los miles de manifestantes viajaron desde el interior del país pese a los impedimentos de las autoridades que restringieron el acceso a la ciudad y bloquearon autopistas. El régimen comenzó su plan para intentar la neutralización de la marcha en los días previos con una serie de detenciones, como a los dirigentes opositores Yon Goicoechea, de Voluntad Popular, y Carlos Melo, de Avanzada Progresista, ambos acusados de preparar un golpe de Estado contra Maduro.

El gobierno chavista también buscó impedir el trabajo de periodistas extranjeros y así detuvo y expulsó a enviados de diversos medios como Radio Caracol de Colombia, Le Monde del Francia, del Miami Herald y también otros dos de la cadena Al Jazeera y otras agencias de noticias.

El presidente del Parlamento venezolano, el opositor Henry Ramos Allup, a quien el régimen no ha dejado de acosar en estos últimos meses, señaló que "estamos presionando para que se nos reconozca y nos respete el derecho constitucional de revocar al Gobierno este año, y en la misma medida que nos afanamos en hacerlo de forma democrática y constitucional el Gobierno sigue tratando de impedirlo de cualquier forma".

En referencia a las acusaciones del Gobierno de supuestos planes violentos para esta manifestación, Ramos Allup reiteró que esta actividad es "pacífica, democrática, como una gran demostración de respuesta cívica y deseo del pueblo venezolano de activar el referendo revocatorio". Esta situación se demostró durante gran parte de la marcha en la que no hubo ningún tipo de violencia por parte de la oposición.

Disturbios al final de la marcha

Aunque la marcha opositora transcurrió en tranquilidad, al final algunos grupos de encapuchados atacaron con piedras y cócteles molotov a los agentes que custodiaban el perímetro de la manifestación. Sin embargo, la MUD lo atribuyó a simpatizantes del Gobierno que buscaban generar nerviosismo y pidió a sus seguidores que abandonasen "los lugares donde los infiltrados intenten generar violencia para alterar el orden público".

En su cuenta de Twitter, la MUD señaló que "a pesar de que grupos de infiltrados intentaron generar violencia, se impuso, una vez más, la paz". Además, la oposición denunció que los "colectivos" –grupos de civiles armados cercanos al chavismo– atacaron con piedras un autobús en el que manifestantes opositores se dirigían desde la ciudad de La Victoria a Caracas para participar en "la gran toma".

Ahora, la "toma de Venezuela"

Al término de la marcha, la Mesa de la Unidad Democrática anunció un programa de protestas para reclamar el referendo, entre las que anunciaron la "toma de Venezuela". "Convocaremos la Toma de Venezuela, de 24 horas de duración, exigiendo la realización inmediata del Referendo Revocatorio", el día después de que se fije la recogida del 20% de apoyos necesarios para la consulta.

"Los opositores tenaces y los chavistas decepcionados, los pobres de siempre y los empobrecidos de ahora (...), todos somos un solo pueblo, una sola nación, que exige y necesita cambio", dijo Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, acompañado de los dirigentes opositores.

La principal alianza de oposición del país también convocó a acudir el próximo 7 de septiembre a las oficinas del Consejo Nacional Electoral (CNE) en todo el país para ratificar sus exigencias sobre el referendo. Y el 14 de septiembre, se celebrará otra movilización de 12 horas de duración "en todas las capitales de estado". El objetivo es "llevar el llamado del pueblo venezolano" a los jefes de Estado y de Gobierno de los Países No Alineados que deben estar reunidos esos días en su Cumbre en la isla venezolana de Margarita.

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