Hay personas que llegan a la política de una forma accidental, en algunos casos incluso se podría decir que por desgracia. Es lo que le ha ocurrido a Lilian Tintori, la esposa de Leopoldo López, el opositor al régimen venezolano que "lleva ya 1.007 días preso".
Quizá por eso su discurso tiene una fuerza, una convicción y una verdad que es muy raro encontrar entre políticos más profesionales y que, sobre todo al natural, impresiona a los que estamos más acostumbrados a las palabras medidas, a las afirmaciones sólo sugeridas, a los silencios calculados.
Lilian Tintori ha estado este lunes en Madrid, de vuelta de un viaje que la ha llevado a Roma a entrevistarse con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, buen conocedor de la situación en Venezuela, puesto que hasta hace no tanto fue nuncio en el país caribeño.
La mujer de Leopoldo López ha explicado que ha aprovechado la vuelta de su paso por Roma para visitar a su suegro Leopoldo López Gil en Madrid, para reunirse con el nuevo ministro de exteriores Alfonso Dastis, para visitar también Moncloa y, finalmente, para mantener un encuentro con una docena de periodistas en la Casa América, un lugar cargado de simbolismo sobre las relaciones entre España y los países hermanos al otro lado del Atlántico.
Tintori se ha sentado en el centro de la gran mesa en una de las hermosas salas del Palacio de Linares y ha empezado a hablar sobre su país convirtiéndose en un auténtico torrente de titulares y dibujando un cuadro dramático pero certero de la situación de Venezuela, un país que "vive la peor crisis de su historia", una "crisis que mata" y que "está en ruinas".
La opositora ha contado que los niños mueren en los hospitales por falta de medicamentos y que las familias buscan alimentos en la basura "no sólo en Caracas sino en todas las ciudades de Venezuela". Así que, pese al drama que está viviendo en su propia familia, asegura que es consciente de que "miles de familias lo están pasando aún peor" y que "eso nos hace levantarnos cada mañana con fuerza para representar a todos esos venezolanos".
Los tres pilares de la batalla contra el régimen
Tintori se ha mostrado muy clara sobre el momento concreto que vive Venezuela, señalando que la oposición al régimen se ha basado hasta ahora en "tres grandes pilares": el apoyo internacional –a este respecto ha agradecido expresamente que"el primer presidente que nos recibió fue Mariano Rajoy"–; la lucha democrática en las instituciones y, especialmente, en la Asamblea Nacional; y la "lucha popular" en las calles en las demostraciones y manifestaciones que ha venido convocando la oposición y que han tomado dimensiones gigantescas en los últimos años.
Los tres pilares "se han paralizado" con el proceso de diálogo iniciado entre la dictadura y parte de la oposición, un diálogo que para ella es obvio que "no ha dado resultados" y del que ha pedido a todos los partidos de la Mesa de Unidad Democrática que lo mantienen que lo abandonen: "Nos tenemos que levantar de esa mesa de diálogo que no da soluciones, todos juntos, por la libertad, por nuestra dignidad y por los presos políticos".
Tintori se ha mostrado muy respetuosa con aquellos partidos que decidieron acudir a la llamada del régimen, pero ha explicado que desde el primer momento su marido y su partido, Voluntad Popular, han visto que no se dan condiciones básicas: "Tiene que ser transparente, con mediadores fiables y para pactar soluciones a la crisis y la libertad plena de los presos políticos", una libertad que "no puede ser moneda de cambio".
Muy crítica con los mediadores
Tintori ha sido muy crítica con los mediadores que están hasta ahora interviniendo en el proceso de diálogo, especialmente con José Luis Rodríguez Zapatero: "Los mediadores son de UNASUR, quién los busca es Maduro, Zapatero llegó a Venezuela porque lo llamó Maduro".
Aún así, "ellos saben perfectamente lo que pasa en Venezuela, se han reunido con la oposición y con las familias de los presos políticos", sin embargo, "no les he escuchado decir que no hay alimentos y medicinas" ni tampoco "que hay presos políticos y que se los tortura".
En su opinión se limitan a servir a la estrategia del régimen: "Claramente el diálogo es para que Maduro gane tiempo hasta el 2018 –fecha de las próximas presidenciales, en teoría– o incluso más allá, porque si nos han quitado las elecciones ahora –en referencia al revocatorio que el régimen ha bloqueado– nada nos garantiza que no hagan lo mismo entonces".
Preguntada específicamente por el comportamiento de Zapatero ha sido aún más dura: "Desde mayo decía que el revocatorio no se iba a dar", ha asegurado, "ha tratado de encontrar soluciones y siempre ha empeorado la situación, fue a ver a Leopoldo a la cárcel y desde entonces está peor tratado, y Zapatero lo sabe".
Además, ha contado un episodio peculiar: "Me llamó y me pidió que desconvocáramos la marcha del uno de septiembre, eso no es una mediación, él es un vocero de Maduro". Así, la opositora ha dicho a estos mediadores que "vayan a Venezuela a ayudarnos, pero no se negocian nuestros derechos y no se negocia nuestra libertad".
¿Cómo está Leopoldo?
Preguntada por el estado físico y mental de su marido, que ya ha sobrepasado los 1.000 días de un cautiverio durísimo –"lo desnudan 10 veces al día, lo menten en una celda sin luz nueve horas al día, sufre torturas militares…" ha contado– Tintori ha dicho que "Leopoldo está espiritualmente fuerte" pese a estar incomunicado y pese a que casi toda la información que recibe "es cuando yo voy a verlo y le cuento en las visitas grabadas".
"Hace ejercicio, es un hombre fuerte y tiene buen aspecto –ha seguido–, pero no sé cómo está por dentro porque en dos años y nueve meses nunca nos han mostrado un examen médico, ni siquiera cuando estuvo treinta días en huelga de hambre".
Sin embargo, "él siempre dice que la dictadura no le va a quitar sus ganas de vivir", ha asegurado Tintori, que su marido está "más sereno, más maduro, más analítico" y que ha dicho que López "ha aprendido a no llenarse de odio, a perdonar al que lo está encarcelando. Por eso estamos aguantando –ha recalcado– porque no nos llenamos de odio sino de perdón".
Y probablemente por eso está completamente convencida de que "vamos a salir de esta crisis con la lucha pacífica". Una lucha a la que ha llamado a sus compatriotas: "Yo le pido a todos los venezolanos que nos levantemos y que salgamos a la calle, de forma pacífica, vestidos de blanco, activos, luchando de pie por la democracia".
Hay personas a las que sólo una desgracia o una dificultad extrema llevan a la política pero, que en ese momento tan difícil, demuestran una altura a la que jamás llegarán la mayoría de los políticos profesionales. Sin duda Lilian Tintori es una de ellas y escucharla es de las pocas cosas que hacen tener esperanza en el futuro de Venezuela.