El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aterrizado ya en el segundo y último destino de su mini gira centroamericana, México. El plato fuerte de su viaje internacional, y en donde presumen de ser el primer gobierno al que recibe su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, con quien hay muchas expectativas en torno a su encuentro bilateral, fundamentalmente por la crisis en Venezuela.
Primero, por ver si Pedro Sánchez mantiene la dureza y contundencia con Nicolás Maduro, a quien ayer llamó "tirano", en la comparecencia oficial con Lopez Obrador, defensor del régimen; y segundo, porque el Gobierno tiene ciertas aspiraciones a que México se sume a un grupo de contacto que mañana aprobará en Bucarest, Rumanía, el Consejo Europeo de ministros de Exteriores.
Esto es lo que anticipan que pasará este jueves en la Unión Europea fuentes del Ejecutivo, aunque este grupo de contacto, en el que el cual trabaja el Ejecutivo, tiene vocación de servir de puente entre Europa y América Latina y de servir de "facilitador para unas elecciones libres en Venezuela". El Gobierno de Sánchez alberga esperanzas de que México, defensor de Maduro, se sume porque entienden que la posición de Obrador no es tanto de apoyo al régimen –como la de China, Cuba y Rusia– sino de equidistancia –como Uruguay– y que se le puede convencer si este foro se constituye como "algo constructivo que no va contra nadie sino con el único objetivo de convocar elecciones libres por y para el pueblo de Venezuela", explican fuentes del gabinete presidencial.
Esto es lo que, entiende el Gobierno, permite margen de negociación porque se trata de "una crisis viva" que hará que los países se vayan sumado y en las que el factor tiempo es fundamental para que la crisis humanitaria en Venezuela "no pase rápidamente de los 3 millones a los 18 millones de personas".
El Gobierno defiende que está liderando la búsqueda de estas alianzas internacionales. "España se juega su papel en el mundo". Y presume en este sentido de haber sido informado en las últimas horas de que España será incluida como observador en el Grupo de Lima, un foro en el que participa Canadá y los principales países latinos como Colombia, Brasil, Chile, Perú y Argentina, todos contrarios al régimen de Maduro y que han reconocido expresamente a Juan Guaidó, como hará el Gobierno la próxima semana.
La información que le llega al Ejecutivo es que Nicolás Maduro se encuentra en una posición de aislamiento y nerviosismo y que sus declaraciones sobre las elecciones demuestran que "la presión empieza a surtir efecto", que se mueve aunque "aún de forma insuficiente". Sánchez ha hablado en las últimas semanas con Lilian Tintori, la mujer de Leopoldo López, con quien conversa "al menos una vez al mes" y con quien mantiene una interlocución permanente.