En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, Andrés Manuel López Obrador comenzó las críticas contra los periodistas al ser preguntado por la preocupación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de una posible suspensión en México de la aplicación de la prueba estándar del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA).
López Obrador respondió que "cree" que México continuará participando en estas pruebas, y a continuación atribuyó esta información a los medios, tanto "nacionales como internacionales", porque hoy hay "muchas noticias falsas".
Agregó que hasta los medios "más famosos" como The Washington Post o The New York Times tienden "a veces" a desinformar. "No tienen ética en el manejo" de la información, y a lo mejor sus directivos "ni lo saben", sino que "muchas veces" es culpa de los corresponsales, agregó.
Al hablar de los corresponsales extranjeros afirmó: "Antes (...) los trataban muy bien en el Gobierno federal y ya Jesús (Ramírez Cuevas, vocero de Presidencia) no tiene un departamento de atención a corresponsales extranjeros". "Antes eran consentidos, se les colmaba de atenciones, de privilegios. Y además toda esa prensa también defiende a grupos de intereses creados", afirmó el mandatario.
Insistió en la importancia de acabar con la corrupción con un juego de palabras: "¿Cuándo vamos a convencer al país de que es importante acabar con la corrupción en México si El País es un boletín de las empresas españolas que hacían su agosto en México?". El mandatario ha convertido a este periódico español en blanco de sus críticas.
Algunas preguntas después, López Obrador cuestionó a uno de los reporteros para qué medio trabajaba. "¿De qué periódico es usted? ¿Del Reforma? Ah, por ahí hubiésemos empezado", dijo el presidente mexicano, también enfrentado a este medio nacional. Atacó a Reforma porque dijo que hoy apoya a la "oligarquía".