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Semana clave en Perú, pugnas en el partido oficialista y marchas contra el comunismo

El debilitado gabinete del gobierno comunista de Castillo enfrenta su primera prueba ante el Congreso. Parte de la población pide su destitución.

El debilitado gabinete del gobierno comunista de Castillo enfrenta su primera prueba ante el Congreso. Parte de la población pide su destitución.
Marcha en Lima contra el gobierno comunista de Pedro Castillo. | EFE

El ambiente entre el gobierno de Pedro Castillo y los miembros del partido comunista Perú Libre -con el que ganó las elecciones- no parece estar pasando por su mejor momento, en especial después de la designación del nuevo ministro de Exteriores, Óscar Maúrtua, en reemplazo del exguerrillero y admirador confeso de la dictadura comunista de los Castro en Cuba, Héctor Béjar, que dimitió días antes.

El hecho es que poco después de la juramentación de Maúrtua ante Castillo, Vladimir Cerrón, el que para muchos mueve los hilos de las decisiones del presidente y es investigado por presunto blanqueo de dinero, por organización criminal y tráfico de influencias, lanzó un mensaje a través de Twitter en el que mostraba su disgusto por la designación del nuevo Canciller, al señalar que el elegido "no representa el sentir de Perú Libre".

Además, pocas horas antes de confirmarse al nuevo ministro, otro de los más activos de Perú Libre en las redes sociales, Guillermo Bermejo, en juicio por sus presuntas relaciones con Sendero Luminoso, solo atinó a decir que esperaba que fuera una "broma de mal gusto" la posibilidad de que Maúrtua fuera el nuevo ministro, al que acusó de estar alineado "a la política injerencista de los EEUU".

Sobre las críticas de dos miembros de su partido, el primer ministro Guido Bellido, que también está investigado por apología al terrorismo, apenas dijo que "eso es parte de la democracia, que tenemos que acostumbrarnos y no escandalizarnos por ninguna decisión".

El gabinete se la juega

Pero Bellido, que sigue causando estupor por sus pasadas declaraciones, parece más preocupado porque esta semana su gabinete se juega un momento clave para el gobierno de Castillo. El primer ministro y todos los ministros de Estado se presentarán el jueves 26 ante el Congreso para pedir el voto de confianza, en un pleno en el que Perú Libre, el partido de gobierno, sólo tiene 37 representantes de 130 congresistas.

La salida de Béjar, reclamada por partidos políticos y ciudadanía, no parece haber calmado los ánimos de la oposición que piden la dimisión de otros ministros, algunos de los cuales tienen investigaciones en curso o acusaciones como los de Trabajo y Defensa. En estos próximos días, no se tiene previstos más cambios.

Lo que puede ocurrir el jueves en una verdadera partida de estrategia. La Constitución peruana permite que el presidente disuelva el Congreso en caso de recibir dos censuras de su gabinete. De ocurrir una primera censura esta semana, Castillo podría buscar nuevos enfrentamientos con el Legislativo y forzar una situación como esa. De hecho, el propio Bermejo lo confesó hace unas semanas: "No tenemos miedo de que cierren el Congreso, nosotros no llegamos al Gobierno por un puesto o por nuestra curul, sabíamos que era parte de un proceso". Agregó que "si no les gusta el Gabinete Bellido bueno le denegarán la confianza y presentaremos otro y si no les gusta ese, chau Congreso".

Marchas contra el comunismo

Un domingo más, una gran cantidad de peruanos se reunió en sectores de Lima para protestar contra el gobierno de Castillo y el comunismo, mientras que también pedían que la oposición en el Congreso comience el proceso de destitución contra el presidente por "incapacidad moral". En estas movilizaciones, varios representantes políticos animaron a seguir con las marchas.

Algo similar ocurrió en Arequipa, la segunda ciudad más poblada del Perú. Ahí también hubo una marcha y la Policía tuvo que controlar otra contramarcha organizada por seguidores de Perú Libre.

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