Menú

Secuestros, bombas artesanales y lejía en la cara: así responde Perú Libre a sus críticos

Periodistas y opositores relatan el terror que han vivido tras investigar y criticar al partido y a su fundador, Vladimir Cerrón.

Periodistas y opositores relatan el terror que han vivido tras investigar y criticar al partido y a su fundador, Vladimir Cerrón.
Vladimir Cerrón y Pedro Castillo | Perú Libre

La llegada del comunismo al Gobierno de Perú no solo ha hecho saltar las alarmas de la Justicia a tenor del largo historial delictivo —vínculos terroristas incluidos— de gran parte de sus ministros. La oposición y la prensa libre se suman estos días a las advertencias en torno a la deriva criminal y mafiosa de Perú Libre (PL), recordando polémicos episodios que retratan la forma de proceder de los comunistas.

La vicepresidenta del Congreso relataba este martes los comentarios que tuvo que soportar del primer ministro Guido Bellido cuando solicitó ocupar el mismo despacho que había tenido su padre. "¿Te preocupas de eso? Anda, cásate", le espetó. Cuando ésta le respondió que había estado soltera, casada, divorciada y viuda, Bellido le dijo: "Entonces ahora solo falta que te violen".

Agresiones a los desertores

Su testimonio se suma al de otras tantas mujeres que incluso han sido agredidas por el entorno de Vladimir Cerrón, el fundador de Perú Libre. "Han llegado a trastocar mi dignidad como mujer y como madre de familia. He sufrido amenazas, intimidaciones, acoso en redes sociales y hasta una agresión en plena calle", relata a Libertad Digital Larrisa Rojas, regidora de la provincia de Huancayo.

PL fichó a Rojas como independiente para aprovechar su visibilidad como presidenta de la Red Nacional de Mujeres Autoridades de Perú, pero tras ganar las elecciones municipales comenzaron las desavenencias. "Según ellos, tú tenías que obedecer lo que ellos te decían. Así estuvieras en contra, tú tenías que levantar la mano y punto. Y como soy una mujer rebelde, daba a conocer mis puntos de vista, no estaba de acuerdo en algunos y no votaba lo que ellos ordenaban". Ahí empezó su calvario.

Finalmente decidió alejarse del partido, pero su fiscalización del mismo le siguió pasando factura. Las llamadas no cesaban: "¿Vas a seguir jodiendo?". Así, hasta que un día una pareja se bajó de un coche y comenzó a seguirla. Tras acusarla de traidora, levantaron la mano para agredirla. Ella se defendió como pudo y salió corriendo. "El golpe lo recibí en la mano, pero seguramente querían ir directamente al rostro", advierte.

"Me arrojó lejía a la cara"

Peor suerte corrió Lili Rojas, regidora de Chupaca, otro de los municipios que forman parte del departamento de Junín, donde Cerrón fue gobernador regional. A principios de este año, un coche intentó atropellarla. Al no conseguirlo, una de las pasajeras se bajó del mismo y, tras reprocharle su intención de cesar al alcalde, la roció con lejía, provocándole quemaduras en el 90% del ojo derecho: "Me dijo… ‘¿Quieres revocatoria? Pues toma revocatoria’ e inmediatamente me arrojó lejía a la cara".

Los ataques a los opositores, sin embargo, no son ni los únicos ni los más graves. Los periodistas que en los últimos años han osado investigar la corrupción de Perú Libre han sido objeto de todo tipo de agresiones, especialmente aquellos que escribían en las páginas del diario Correo en la época en la que Cerrón era gobernador regional de Junín.

Secuestro e intento de asesinato

Sus partidarios acudían a las puertas del periódico casi a diario: quemaban llantas, periódicos y tiraban piedras a las ventanas, tal y como se puede ver en vídeos de esa época, en los que incluso se puede reconocer al hermano pequeño de Cerrón observando —hay quien dice que dirigiendo— los altercados. Cuando los periodistas salían a cubrir algún acto, les amenazaban en las calles, hasta que un día fueron más allá.

En septiembre de 2013, Santos Porras fue víctima de un secuestro y un intento de asesinato. Según denunció ante el Defensor del Pueblo y el Instituto Prensa y Sociedad, dos sujetos lo abordaron en plena calle, lo subieron a un coche y le amenazaron de muerte. En medio del trayecto, el periodista consiguió saltar del vehículo en marcha, pero sus verdugos consiguieron alcanzarle y le lanzaron al río Mantaro. A pesar de la fortísima corriente, Porras logró sobrevivir, pero hoy vive alejado de la prensa. Meses después, su compañero Edvan Ríos también pagaría los meses de investigaciones contra el Gobierno de Cerrón.

Bomba contra la casa de un periodista

"Bomba artesanal contra la casa de un periodista que abordaba casos de corrupción vinculada a la gestión de un gobernador regional", rezaba la alerta que en diciembre de 2013 difundían de manera conjunta la organización internacional Reporteros Sin Fronteras, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS). Apenas faltaban unos días para Navidad, cuando una noche, a las 2 de la madrugada, una bomba artesanal fabricada con pólvora negra impactaba contra la casa de Ríos. Puertas y ventanas quedaban hechas añicos.

Además de publicar todo lo que había descubierto en el Correo, el periodista había decidido dar un paso más allá y denunciar uno de los casos ante la fiscalía. Cuando dejó el periódico, ocurrió el atentado. "Esperaron a que no tuviese respaldo, ni medio, ni nada", relataba una fuente cercana a El Comercio, el diario más antiguo de Perú. Tras preguntar si Ríos sabía de quién venía, solo hubo una respuesta: "Obvio, no tenía ni un enemigo más".

El precio de ser periodista en Perú

Hoy, ni él ni Santos Porras quieren hablar de lo sucedido y no son los únicos que prefieren olvidar su época como periodistas de investigación en un país en el que la libertad brilla por su ausencia allá donde los comunistas de Perú Libre gobiernan.

Carol Villavicencio dirigía una revista regional que también fue muy crítica con el Gobierno de Cerrón. Hoy, no quiere saber nada de ese mundo. "Me retiré porque las denuncias que yo efectuaba siempre me han traído persecución judicial, amenazas de muerte… Llega un momento en el que los periodistas de provincias nos sentimos desprotegidos y tenemos que abandonar ese trabajo", explicaba la propia Villavicencio a Panorama, el programa de investigación de Panamericana Tv.

Cerrón: "Misógino, soberbio, arrogante..."

El fundador de Perú Libre, el mismo que hoy dirige en la sombra el Gobierno del país andino, trata de evitar que le puedan relacionar directamente con ninguno de estos episodios, pero en no pocas ocasiones se ha dejado llevar por la rabia en las redes sociales: "Él ensucia, enloda el nombre del periodista, lo desprestigia y manda a todos los suyos a entorpecer tu trabajo. Cerrón siempre ha sido muy despectivo, muy misógino, soberbio, arrogante… Una persona intolerante a la crítica y a la fiscalización".

Temas

En Internacional

    0
    comentarios