El pasado miércoles, el primer ministro Aníbal Torres, hizo pública una carta enviada al presidente Pedro Castillo en la que ponía su cargo a disposición, lo que provocó una nueva crisis de Gobierno y la especulación de posibles nombres para su reemplazo.
Además, ese mismo día, a su regreso de la Fiscalía -a la que acudió por el caso del presunto delito de tráfico de influencias durante el proceso de ascensos en las fuerzas militares y policiales del año pasado-, Castillo declaró que "abro este espacio a los demás partidos políticos para que de una vez hagamos un gabinete de ancha base para trabajar por el Perú".
Poco más de 24 horas después, lo cierto es que Castillo no cumplió con lo anunciado. En horas de la noche, y cuando ya se anunciaba la juramentación en Palacio de Gobierno, el presidente sorprendió a todo el país al enviar un mensaje a través de Twitter en el que señalaba que no había aceptado la renuncia de Torres y que por lo tanto seguía en su cargo.
No he aceptado la renuncia del Premier Aníbal Torres, quien se compromete a seguir trabajando por nuestro país.#SiempreConElPueblo
— Pedro Castillo Terrones (@PedroCastilloTe) August 6, 2022
Torres se ha caracterizado en estos meses al frente del Consejo de Ministros como una persona confrontacional tanto con el Legislativo, como con la prensa. Después de mencionar al genocida Adolfo Hitler como ejemplo y las críticas de los medios de comunicación, dijo que "la prensa nos ataca todos los días y tiene razón en atacarnos, puesto que estamos afectando sus intereses". Hace apenas unos días, el 28 de julio, Torres entró en directo en un programa de Canal N para atacar a su conductor, Jaime Chincha, y decirle que era un "vulgar periodista".
Como era de esperar, la oposición reaccionó negativamente ante el anuncio. Mientras algunos apuntaron a una burla por parte de Castillo y Torres, otros han concluido que no es más que una nueva manera de enfrentarse al Legislativo, en especial después de que el Pleno le prohibiera este jueves su viaje a Colombia para la toma de posesión de Gustavo Petro.
Otro detalle es que, aunque Torres se mantiene como primer ministro, Castillo aprovechó para hacer otros cambios en el Gabinete y nombró a nuevos ministros de Economía y Relaciones Exteriores. También designó a Betssy Chávez al frente de Cultura. Se da la circunstancia de que Chávez, que fue elegida congresista en la lista del partido marxista leninista Perú Libre, ya fue ministra de Trabajo durante siete meses, antes de dejar el cargo tras ser censurada por el Congreso. Su designación también se ha interpretado como una provocación.