Alfredo Leuco es uno de los profesionales del periodismo más prestigiosos de Argentina. Frontalmente enfrentado al kirchnerismo, desde su programa Leuco le da su palabra del canal de La Nación es una de las voces más rotundas en defensa de la democracia y contra el régimen que el poder kirchnerista está instaurando en el país.
En las últimas semanas tres de sus programas han causado una conmoción en Argentina por la eficacia y la rotundidad con la que Leuco desmonta diversos aspectos del régimen y de sus alianzas internacionales.
En el primero de ellos, de finales del pasado mes de junio, el periodista argentino denuncia la complicidad del gobierno argentino con el terrorismo iraní después de que un avión que tuvo que hacer escala en Buenos Aires por falta de combustible llevara de tripulación a 14 venezolanos y 5 iraníes, el doble de lo requerido oficialmente. Además, un juez investiga a los tripulantes iraníes por una presunta vinculación con el grupo terrorista Brigadas de Al-Quds.
Israel vincula el avión con el tráfico de armas para grupos terroristas y Leuco recuerda que "dos diputados argentinos presentaron una denuncia por encubrimiento contra los máximos responsables de la seguridad nacional, el ministro Aníbal Fernández y el jefe de los espías, Agustín Rossi, quienes dijeron que el pilotó iraní tenía el mismo nombre que el terrorista y que los iraníes eran instructores de vuelo". Afirmaciones que han llevado al periodista a culpar al Gobierno de Kirchner de "cómplice del terrorismo iraní".
Más cuando se ha sabido que "el peritaje del teléfono móvil del piloto iraní del avión reveló que contenía fotos de milicias, tanques, una consigna contra Israel y una foto de joven vestido con el uniforme de la llamada Guardia Revolucionaria de Irán, fundada por el ayatolá Jomeini después de la revolución" islamista. El avión sigue retenido por esta presunta vinculación con el terrorismo que el gobierno argentino trata de encubrir.
El "fascismo de izquierda" de La Cámpora
En el segundo, analiza con dureza la actuación de La Cámpora –los grupos juveniles y violentos del kirchnerismo– y lo que llama su "fascismo de izquierda" a colación de un lamentable hecho en la Universidad de Buenos Aires, donde en un acto que nos recuerda a cosas ocurridas en España, se impidió al diputado y exministro Ricardo López Murphy acceder al salón en el que iba a impartir una charla.
"Semejante muestra de intolerancia totalitaria se dio en un templo del pensamiento y el pluralismo como debería cualquier universidad. Estos muchachos grandes como su jefe, Máximo Kirchner, se creen dueños de la verdad. Se autoperciben revolucionarios y son policías del pensamiento, gendarmes ideológicos y comisarios políticos al estilo soviético", señala el periodista.
"No pasarán", asegura en otro momento de su intervención, "porque si pasan y terminan de asaltar al estado argentino estaremos condenados a ser Venezuela. No lo podemos permitir", exclama. "El gobierno de estos autoritarios está multiplicando el hambre entre los más humildes y los jubilados, está quebrando a las pequeñas empresas y dinamitando la convivencia pacífica", culminaba su certera crítica.
La complicidad del papa Francisco
Por último, en el tercero de los vídeos analiza un espectáculo igualmente chusco que tiene además por protagonista al papa Francisco I, que recibió en el Vaticano a Pablo Moyano, uno de los sindicalistas más radicales del país "que vive como millonario y que utiliza metodologías extorsivas como el bloqueo a empresas", según Leuco.
El periodista recuerda otros encuentros del Papa con personajes del régimen kirchnerista, como "Caballo Suárez, un pistolero ladrón que estuvo preso y que insólitamente recuperó su libertad. El Caballo tenía su oficina tapizada de fotos, bendiciones y rosarios del Padre Jorge y hasta su radio se llamaba de esa manera", explica.
O el "histórico encuentro de los muchos que tuvo con Cristina y el Cuervo Andrés Larroque que lo hizo aparecer con una camiseta de La Cámpora. ¿Se acuerdan?".
Leuco lamenta que "hay mucha gente honrada y solidaria que sueña con ser recibida por el Papa que no tiene esa posibilidad. Pero Pablo Moyano entra al Vaticano como Pancho por su casa".
Explicó que el sindicalista es "conocido como el Salvaje entre sus propios compañeros", "aprovechó la situación" y el ser recibido en el Vaticano para "amenazar a ‘los empresarios especuladores: que se dejen de joder y no le roben el plato de comida a los argentinos’". Palabras que, como bien remarcó Leuco, fueron pronunciadas por "quien vive como un magnate e integra la oligarquía sindical más rancia" de Argentina.