Enfrentarse en los tribunales a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner tiene un alto precio. En esta ocasión se trata de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, que han pedido cárcel e inhabilitación perpetua para Kirchner en el marco del caso Vialidad que investiga la participación de la vicepresidenta en la adjudicación irregular de obras públicas en Santa Cruz.
El lunes pasado, después del segundo día de alegatos del fiscal Luciani, aparecieron pintadas amenazadoras por las calles de Buenos Aires y los kirchneristas fanáticos de La Cámpora publicaron un vídeo de 30 segundos con un mensaje claramente intimidatorio: "Si la tocan a Cristina...".
En el vídeo se ven fotografías de la marcha del 13 de abril del 2016, cuando Kirchner declaró en la causa de la venta del dólar futuro y en la que, ante sus seguidores, desafió abiertamente a la justicia, a la que calificó como tribunal lawfare. "A mi me absolvió la historia", señalaba por aquel entonces la exmandataria.
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— La Cámpora (@la_campora) August 3, 2022
Otro fiscal, Carlos Stornelli, que ya se ha enfrentó a la expresidenta y su familia en la Causa Hotesur (2014) y la Causa de los cuadernos (2018), ha alertado en La Nación sobre la falta de protección del fiscal Luciani: "Hemos visto sucesos espantosos como el de Alberto Nisman, la muerte de testigos en el pasado, mensajes encubiertos y mafiosos, pintadas en las calles. Yo he padecido un modus operandi similar al que vive el fiscal. Desde escraches hasta guardias fuera de mi casa y bombas vacías".
Además, señaló: "Siendo una país con instituciones débiles, ser un buen fiscal tiene momentos amargos. Todos nosotros sabemos que van a venir los vueltos (represalias). Esperemos no sea un tiro como con Nisman".
El asesinato de Nisman
El pasado 18 de enero de 2015, el fiscal Alberto Nisman apareció muerto con un disparo en la cabeza en su apartamento de Buenos Aires. Aquello sucedió apenas cuatro días después de acusar a la entonces presidenta Kirchner de llegar a un acuerdo con Irán para esconder a los verdaderos culpables del atentado contra la mutua israelí AMIA en 1994 que dejó 85 muertos.
El oportuno fallecimiento del hombre que iba a explicar en el Congreso de la Nación los detalles de esa denuncia y las extrañas circunstancias de su muerte (el disparo se realizó con una pistola de un subordinado, Diego Lagomarsino) obligaron a abrir una investigación en la que el kirchnerismo tiró de todos sus hilos para afirmar que se trató de un suicidio.
A día de hoy, esa investigación todavía no ha concluido, a pesar de que no se encontraron restos de pólvora en la mano de Nisman y a pesar también de que los peritos de Gendarmería Nacional presentaron un informe en que demostraron que Nisman había sido drogado, golpeado y asesinado.
Por si fuera poco, el fiscal había recibido muchas amenazas anónimas contra su vida, tanto por correo electrónico como por teléfono. En algunas le decían "Judío hijo de puta te vamos a matar" o "vas a aparecer en una zanja reventado a balazos", motivo por el cual el fiscal estaba custodiado por diez guardaespaldas. Sin embargo, en el momento de su muerte, ninguno de esos diez guardaespaldas estaba en su puesto de trabajo.