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Evo Morales, señalado como instigador de las violentas manifestaciones en Perú

El expresidente de Bolivia ha sido acusado de estar detrás de las violentas marchas registradas en Perú contra el gobierno de Dina Boluarte.

El expresidente de Bolivia ha sido acusado de estar detrás de las violentas marchas registradas en Perú contra el gobierno de Dina Boluarte.
Evo Morales saludó a Pedro Castillo cuando tomó el poder en julio de 2021. | EFE

No es novedad que la izquierda radical latinoamericana se mantenga activa en la política de otros países de la región. Si hace unos días el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue señalado por las autoridades peruanas con la consecuente expulsión del embajador mexicano en Perú, esta vez Evo Morales ha sido acusado de ser uno de los principales auspiciadores de las marchas que se han registrado en las últimas semanas en Perú.

Esta noticia llega, además, cuando el gobierno boliviano encabezado por el radical Luis Arce, que hace unos días detuvo ilegalmente al gobernador de Santa Cruz y opositor, Luis Fernando Camacho, se quejó de la presencia del diputado de Vox, Víctor González, -que acudió a Bolivia para defender al opositor-, y que finalmente expulsó del país acusado de atacar el "orden" y la "Constitución".

Sin embargo, al gobierno extremista de Arce no parece incomodarle la influencia de Morales en las violentas marchas ocurridas en el sur del Perú y también en Lima. No es la primera vez que ocurre ya que en septiembre de 2021, cuando el golpista Pedro Castillo aún estaba en el poder, Morales ya había elegido al Perú como su plataforma para seguir sus planes políticos y se paseaba por el país incluso con una escolta policial.

Uno de los congresistas que más ha insistido sobre esto ha sido Jorge Montoya, de Renovación Popular, que llegó a calificar al boliviano hace unos días como "enemigo del Perú". Esta vez ha ido más allá y lo ha denunciado penalmente ante la Fiscalía de la Nación por atentar contra la seguridad nacional. También ha extendido la denuncia contra los exgobernadores de Junín, Vladimir Cerrón, y de Puno, Germán Alejo, por traición a la patria.

Montoya señaló hace poco que "el ciudadano Evo Morales es un miserable enemigo declarado del Perú. El Gobierno, la Cancillería y el Ministerio del Interior deben prohibir el ingreso de dicho sujeto y los medios de comunicación no replicar ninguna de sus noticias o declaraciones. El Ministerio Público debe denunciarlo de inmediato. Le estamos dando pantalla a un enemigo".

También la propia presidenta Boluarte lo había señalado en unas declaraciones a la radio PBO y subrayó que pediría a Migraciones que compruebe el estatus de Morales en el territorio peruano: "nadie, ninguna persona, ningún expresidente ni un líder de otro país tiene por qué intervenir en temas internos".

Una de las pruebas de que existen agentes extranjeros relacionados con estas violentas marchas es lo revelado este viernes por el diario El Comercio. Según la información, hasta 12 operadores de Morales –entre exfuncionarios de su gobierno y miembros del Movimiento al Socialismo, Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS–IPSP), su partido político– entraron al Perú al menos 27 veces entre 2021 y 2022 –cuando Castillo estaba en el poder– para realizar actividades en especial en Puno, región fronteriza con Bolivia.

El diario apunta que en varias ocasiones, estas entradas no fueron registradas por Migraciones.

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